Capítulo 1
Cuando regresé a Venezuela, iba con la mente y el corazón tan colapsado de sentimientos y pensamientos que no me dejaban dormir ni existir tranquila; no sabía que decir o hacer, siempre estuve callada, solo respondía con SI o NO.
Llegamos a casa y todo estaba como lo había dejado en enero, Jennifer y Eduardo estuvieron un momento más con nosotros acompañándonos, en el fondo sabía que no me querían dejar sola
-¿Jennifer, por qué no se van a sus casas? Creo que ya nos acompañaron lo suficiente..._ dije totalmente inexpresiva mientras sacaba unos jeans de la maleta
-¿Van a estar bien?_ dijo Eduardo con expresión preocupada
-Supongo que sí, pero ustedes tienen cosas que hacer, ya estuvieron lo suficiente con nosotros en Sioux Falls, y ya tenemos rato que llegamos, tranquilos que voy a estar bien_ se despidieron, se fueron dejándonos a Adriana y a mi solas en la habitación, ella siguió sacando sus cosas de la maleta, mientras yo encendí la televisión y la puse en un volumen muy bajo. Ella y yo no pronunciábamos palabra alguna. Terminé de sacar todo y me fui a dar una ducha, hacía mucho calor, había olvidado el clima de mi país.
Se hizo de noche y bajé a la cocina a ver si comía algo, tenía varias horas sin probar bocado y la verdad no tenía mucho apetito, debía comer, si no las consecuencias serían peores. Llegué y me encontré con papá
-¿Quieres que te haga algo de cenar?
-No papá, solo vine por algo sencillo, me voy a preparar solo un sándwich, no tengo apetito. ¿Y tú qué haces aquí?
-Preparándole un té a tu mamá a ver si logra dormir un poco, está muy cansada pero los nervios los tiene alborotados todavía
-¿Quién no papá?
-¿Cómo te sientes tu Alex? Tu viviste todo lo que sucedió y sé que querías mucho a ese muchacho Simon_ solté la bolsa de pan apenas papá dijo su nombre, era como si clavaran un puñal en mi estomago
-No te puedo decir que estoy bien papá, pero voy a estarlo
-Eso espero hija..._ me besó en la cabeza y se fue con la taza de té. Me quedé congelada unos segundos viendo mientras mi papá salía de la cocina y desaparecía de mi vista, y en lo único que pensaba es que si ellos supieran todo lo que realmente sucedió, si tuvieran una noción al menos, creo que enloquecerían del dolor, porque ver lo sucedido por cualquier punto de vista, era algo ilógico, fuera de lo normal y lo natural, algo que si le contara a alguien totalmente ajeno a la situación, creería que veo mucha televisión. Aproveché y le preparé un sándwich a Adriana porque sabía que ella tampoco se había alimentado bien. Subí a nuestra habitación y estaba oscura, iluminada por la luz del televisor, Adriana estaba medio dormida; no quise despertarla porque sé que le había costado conciliar el sueño, aunque no creo que más que yo, en realidad no había dormido nada; hice un mal movimiento, tropecé y Adriana se despertó
-Disculpa Adri_ dije con algo de vergüenza_ te preparé un sándwich_ sonrió un poco pero con desgano
-Gracias Alex_ se sentó en su cama y yo en la mía a comer en total silencio.
Terminamos de comer, me metí entre las sábanas a ver algo de televisión, la verdad no tenía ni gota de sueño; Adriana ya se había dormido nuevamente. Pasaron las horas y seguía despierta viendo películas, siempre que terminaba una, buscaba otra que fuera alegre, sin líos amorosos ni películas donde terminara llorando
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Metamorfosis
FantasyLa tercera entrega de la Saga "CIELO, TIERRA E INFIERNO". NO EMPIECES A LEER "METAMORFOSIS" SIN HABER LEIDO "CIELO, TIERRA E INFIERNO" Y "CLARIDAD Y OSCURIDAD". Tras sufrir la muerte de su hermano mayor Andres, la de su mejor amigo y posible nuevo a...