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Transcurrieron los días y Bea no había dado señal de ser alguien amenazante para mí, al contrario, estaba bajo la supervisión de Adam y Vanessa, la verdad compartía mucho con ella, aunque a pesar de ello yo siempre llevaba conmigo mi cadena de plata con mi crucifijo y el pentagrama que me regaló Simon.

La mañana del 12 de septiembre. Mientras yo preparaba el desayuno, Adriana bajó

-Buenos días hermanita...

-Hola Adri, buenos días

-Oye, ¿Sam no ha venido?

-No lo veo desde ayer. ¿Por qué?

-Porque dijo que vendría temprano

-Supongo que no debe tardar... ¿me ayudas?

-¡Claro!_ terminamos de preparar waffles, eran las favoritas de Andrés (toc, toc) volteamos y era Sam quien estaba en la puerta trasera de la casa, Adriana le hizo señas para que entrara

-Buenos días chicas_ me dio un beso a mí y a mi hermana en la mejilla

-Hola Sam. ¿Y Adam que no está contigo?

-Se fue al taller temprano, si te soy sincero anda de muy mal humor últimamente, más de lo normal

-Esa si es una novedad

-Alex, mi visita es para algo muy específico_ fruncí el ceño

-¿Que sucede, Sam?

-No, para nada es solo que quería que supieras que Adriana y yo estamos otra vez juntos_ me quedé congelada

-Ahhmm... bueno digamos que a pesar de todo no me sorprende, pero ustedes saben perfectamente lo que pienso de esto, si quieren mi aprobación, no la necesitan, no soy Andrés ni mis padres. Adriana, eres plena y libre de hacer lo que quieras; solamente pensé que habías meditado todo este tiempo que querías hacer una vida de humana normal, tener hijos, envejecer al lado de alguien igual que tú, tener una familia. Sam sabes que no es nada personal, es solo que..._ me quedé callada súbitamente_ ya no importa..._ salí de la casa a caminar

...

Pasó una semana y ya iban a comenzar las clases curriculares tanto en primaria y en el high school, lo que quería decir que ya iba a comenzar a trabajar, la verdad estaba nerviosa por ello; lo que me preocupaba era que los estudiantes no me respetaran ya que era prácticamente de su edad, de 23 a 16-17 años no hay mucho trecho a mi parecer, a esa edad todos quieren ser como yo.

Me levanté el lunes con una energía extraña, tenía energía acumulada y no se su fue por la emoción pero tenía insomnio, así que me levanté más temprano de lo habitual y decidí irme a trotar por el vecindario. Una vez leí en una revista que trotar te ayuda a drenar energía y emociones, así que sería perfecto para mí en ese momento. Mientras corría y el viento rozaba mi cara pensaba en miles de cosas, aun no se me había salido de la mente el hecho de que Sam y Adriana estuvieran juntos, no quería preocuparme pero era inevitable. A Adam lo había visto muy poco desde que estuvo en mi casa a raíz de la visita de Bea y de cierta forma lo necesitaba, quería tenerlo cerca, pero era algo que no me debía permitir.

Llegué a la universidad en compañía de Adriana y Vanessa venía detrás de nosotras en su carro. Bea estaba recostada de su auto esperándonos

-Hola Alex, ¿cómo estás?

-Hola Bea, bien_ Bea en realidad se esforzaba mucho por lograr mi aprobación, yo me esforzaba por dárselo pero la verdad me costaba un poco a pesar que no desconfiaba de ella y mucho más a Vanessa

-¿Cómo te preparas para tu primer día en el high school?

-Con algo de nervios. ¿Nos vamos a clase?_ asintió con la _ ¿Bea, has visto a Adam últimamente?

-Sí, ayer lo vi, lo estuve ayudando un poco en el taller

-Ahmmm...

-Ha estado ausente varios días, dice que está buscando a algo o alguien; ha estado fuera de la ciudad de hecho_ me quedé congelada, eso explicaba sus ausencias, Adam sin importarle lo que sentía por Simon, me estaba ayudando a buscarlo y quizás estaba haciendo más que yo_ Alex... tú sientes algo por Adam aun, ¿no es cierto?_ la miré a los ojos por unos segundos

-No_ dije fríamente y sin titubear_ ¿de dónde sacas esa idea?

-Porque creo que él está sufriendo mucho por ti_ terminamos la conversación porque entró la profesora de inglés.

Conduje hasta el High School, había adolescentes por todos lados; unos me observaban al pasar y otros me ignoraban. Llevaba mi bolso y un par de libros conmigo. Fui directo a la administración para reportarme, mi clase empezaría en media hora; firmé mi ingreso, la secretaria me dio un listado de mis alumnos, me correspondía darle clases a los chicos de décimo primer año, quiere decir, los más grandes. Pasó el tiempo increíblemente rápido y me fui al salón de clases, cuando iba en pleno pasillo sonó el timbre y mágicamente el pasillo quedó desierto. Busqué el aula 5 y en cuanto la encontré vi a través de una ventanilla de cristal a mis alumnos, hablaban entre sí. Tomé aire profundo y abrí la puerta para entrar

-Buenas tardes chicos_ se hizo un silencio violento

-Buenas tardes

-Bienvenidos al nuevo año escolar. Saquen su libro de geografía en la sección 1_ busqué en mi cartera un marcador para pizarra y escribí mi nombre en el_ mi nombre es Alexandra Torres, me pueden llamar Alex. Vengo de Venezuela y espero brindarles el conocimiento que requieren_ todos me miraban casi inmóviles_ relájense chicos que no soy mandona, solo me gustan las cosas bien hechas, espero que seamos amigos, no quiero que me vean como su profesora sino como alguien que vino a compartir lo que ha aprendido_ una chica de contextura gorda levantó la mano_ Si tú, ¿cómo te llamas?

-Amy

-Muy bien Amy, dime...

-¿Usted es hermana de Andrés, cierto?_ dejé escapar una sonrisa

-Bien Amy, ensayemos algo, dime: ¿Eres hermana de Andrés?_ Amy frunció el ceño_ ¿Y bien?

-¿Eres hermana de Andrés?_ sonreí abiertamente y afirmé con la cabeza

-Si lo soy. El mejor hermano y amigo del mundo, lo extraño mucho la verdad

-Todos aquí lo queríamos mucho_ dijo otra chica ubicada en la última fila de la izquierda

-Era fácil quererlo_ bajé la vista y seguí sonriendo_ bien muchachos, suficiente de charlar por el momento vamos a comenzar con la clase de hoy.

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora