Camila duerme, enroscada entre las frazadas en el medio de la cama. Su respiración es rítmica y tranquila, ¿Quién podría decir que esa chica sufría a diario de pesadillas que le quitaban el aliento?
Lauren, por su lado, la observa sentada en una silla al costado de su propia cama, usurpada por una pequeña morena. El café que tiene en sus manos ya no humea como hace una hora atrás, sin embargo le da un largo sorbo al líquido casi frío.
"-Camila, espera...-
Lauren se sorprende ante su voz viniendo de la nada, y ante su mano aferrada al brazo de Camila. La morena la mira, expectante, aún con su mano derecha sobre el picaporte de la puerta de Lauren.
- ¿Te importaría...? Quédate. Esta noche- susurra.
-Está bien- sonríe."
El recuerdo hace que Lauren suspire y aparte la vista del cuerpo de Camila. Sabía que quería estar en su cama, pero también entendía perfectamente que ese deseo no era por el hecho de estar cansada. Le gustaba el contacto de la piel tibia de la morena, y eso la aterraba.
Es adorable, sí. Y linda. Pero ya basta de esta estupidez, Lauren.
Un suspiro más mientras apoya la taza de café vacía en la mesa de luz y luego se acerca a la cama. Se las arregla para recostarse en el rincón de la cama que está libre. Su nueva posición -y el poco sol que entra entre las cortinas- le permite ver las facciones de Camila con mayor claridad.
Tiene los labios pálidos... ¿Tendrá frío?
Lauren vuelve a la realidad en cuanto los ojos de Camila se abren, mostrando a una morena sobresaltada y desorientada ante los dedos de Lauren sobre su boca. Sin en embargo, al conectar con los ojos de la ojiverde, su rostro se relaja.
Bravo, idiota. Te atrapó.
-Tus labios están fríos- apenas ella misma escucha su voz.
-Tus dedos también- sonríe Camila.
Lauren retira sus dedos avergonzada y agradecida con Camila por no gritarle que era una idiota, rara o una acosadora que la mirada dormir.
- ¿Qué hora es ?- pregunta la morena, sentándose en la cama con la espalda contra la pared.
-Las 10:30 de la mañana-
- ¿Qué hora? Dios mío, no me despertaba después de las ocho hace tanto tiempo-
-Dios mío, que anticuada eres-
- ¿Desayunaste?-
-Un café frío- se encoje de hombros.
- ¿Te apetece desayunar en la terraza? Los sábados sacan el desayuno a las once. Debemos apresurarnos-
-Claro- sonríe. -Y tal vez podrías, no lo sé, leer algo juntas-
-Lo que quieras- Camila le sonríe de vuelta.
Sinuhe se había encargado de llevarles el almuerzo a eso de la una a la terraza, ya que para esa hora aún no habían bajado. Y más tarde, a eso de las cinco treinta, Alejandro había aparecido por las escaleras con dos tazas de chocolate caliente y frazadas para las chicas.
Así que, sí, habían pasado toda la tarde del sábado juntas en la terraza, leyendo y hablando sobre cualquier tema que alguna de las dos sacara a flote. Lauren estaba demasiado sorprendida por todo lo que había aprendido de Camila, y aún más sorprendida por el hecho de cómo se había abierto ella misma ante la morena. Definitivamente tenía una amiga muy buena en Camila.
- ¿Has tenido algún novio?-
La pregunta de Camila le golpea los cinco sentidos. No literalmente, claro, pero sí hace que su piel se erice un poco y que su corazón lata un poco más rápido que lo normal. Hasta podría jurar que sus manos sudan.
-Bueno, yo... Estuve en una relación, sí- admite.
- ¿Solo una relación? No pareces ese tipo de chica-
- ¿Ese tipo de chica? ¿A qué te refieres?-
-Bueno, pareces del tipo de chica que tiene a cada hombre que la ve, muerto por ella-
-Bueno, realmente no lo sé. Pero, ¿Qué te hace pensar que me interesan ellos? Jamás me interesaron los hombres, Camila. Verás...- suspira. -Mi relación, por así decirle, se llamaba Megan-
El corazón de Lauren ahora está por salirse de su pecho. Han pasado varios segundos y Camila no ha emitido ninguna opinión sobre lo que acaba de confesarle. Con un suspiro casi inaudible hasta para ella misma, gira la cabeza lentamente para mirar a la morena. Ella está mirando al frente, pero voltea a ver a Lauren y sonríe.
¿Se está burlando de mi?
- ¿Te parezco una chica linda, Lauren?- pregunta.
La mirada de Lauren viaja desde los ojos expectantes de Camila hasta la boca entreabierta de la morena. Ya no hay una sonrisa allí. Ahora solo está la lengua de Camila, relamiendo sus labios. Lauren siente demasiadas ganas de huir de ahí.
-Si- susurra.
-Bien-
Camila no emite otra contestación, solo voltea su vista al frente. La sonrisa ha vuelto a su boca, pero esta vez es una sonrisa de satisfacción.
-No pienses que voy a juzgarte o a dejar de hablarte ahora que sé esto, Lauren. Eres mi amiga, una muy buena amiga. Y esto no va a cambiar eso- Lauren siente la mano de la morena sobre la suya. -Aunque tal vez venda tu secreto por Internet- le guiña el ojo.
-Cierra la boca- ríe Lauren.
- ¿Puedo confesarte algo más?- pregunta, estirándose.
-Lo que quieras-
-Me gustaría, así de egoísta como suena, que te quedaras un poco más que cinco meses. Me gusta estar contigo-
Camila le da una última sonrisa, antes de recostarse en el banco y apoyas la cabeza en las piernas de Lauren, disfrutando de la poca calidez que queda del sol con los ojos cerrados.
A mi también me gustaría, Camila... Mucho.
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Photograph || Camren.
Fanfic"... soy feliz. Esa es la verdad detrás de todo esto. Puede que muera mañana o dentro de 50 años, no importa; soy feliz. Lograste hacerme realmente feliz." Obra registrada bajo el código 1607228432980. Gracias por leer.
