Historias Transitorias

Vuelta al Mundo.

¿Y si tomamos a la vida como una vuelta al mundo? La infancia es el principio, cuando te subis y sentis las ansias de querer estar mas arriba para concer y ver que se puede ver desde allí. La adolescencia es cuando ya llegas ahi y tenes miedo de caerte, de que la casilla se desprenda, tenes miedo a la altura que estas tomando y sentis que estas yendo muy rapido cuando solo subis de a centimetro. La adultez es cuando ya llegaste al punto mas alto y ya pasaste lo peor, ya pasaste los miedos pero sin embargo sabes que algo puede llegar a pasar asi que tomas precauciones y ya no te balanceas para que la casilla se mueva de un lado a otro. Cuando vamos bajando del punto mas alto es cuando empezas a calmarte, a relajarte, disfrutas lo que te queda, y te preparas para el final. Llegando al final te das cuenta de que ya pasaste toda la vuelta y que pasaste por todas las etapas y que en cada etapa la vista al exterior es diferente. En la infancia viste como todo nuevo, un mundo para explorar. En la adolescencia empezaste a ver todo desde mas alto y te agarro miedo e inseguridad. En la adultez viste un panorama mas claro y aseguraste tus inseguridades. Ahora que estamos en la vejez vemos el panorama y ya nos sabemos todo de memoria, sabemos lo que hay en cada lugar y que pasa mientras subis y sabemos que es una experiencia que no se compara. Pero, ¿sabés qué? Tambien sabemos que es una experiencia que no se va a volver a repetir porque la vuelta al mundo se termina y llega un momento en el que te sacas el cinturon y bajas de la casilla para ir a otro lugar el cual nadie sabe como es ni donde es. Estando a una casilla de bajarte de la vuelta al mundo le empezas a gritar a tu bisnieto que disfrute, que recien se sube. Le gritas a tu nieto que no tenga miedo, que solo es una etapa. Le gritas a tu hija que estudie el panorama y que lo aprenda. Llegaste a la ultima casilla, felicitaciones, diste la vuelta al mundo. Viviste hasta el final.