tu

28 3 0
                                    

"Estuve noches en vela escuchando tus lamentos, estuve minuto tras minuto intentando regular tus sufrimientos, pasaste sucesos malos y no tuve la valentía para dejarte morir solo, fue patético y solidario. Patético, porque sabía bien que tú nunca serías capaz de hacer por mí todo lo que yo hice por ti, y solidario, porque fue una acción que me dejó satisfecho conmigo mismo. Un día estabas bien, y al otro estabas mal, eras un ascender y descender de ánimo, no tenías estabilidad y era yo el que luchaba por equilibrarte, un día eras sí y al siguiente eras un no, una manera tuya de volverme loco y sacarme de mis casillas. Nada factible, nada sólido, nada con credibilidad lo que de tus labios salía, palabras que intentaban hacerme sentir mejor a base de una fantasía. Por la noche eras cálido, lindo y carismático, y por la tarde eras frío, detestable y arrogante. Dos caras, una para mantenerme junto a ti a base de manipulaciones, y otra para hacerme sentir que esto era importante para ti, y ni siquiera era preocupante cuál de ellas me mostraras, porque era yo el que tenía una venda sobre los ojos.
¿Creíste que sería fácil? Quizás para ti lo fue, porque fuiste tú quien siempre tuvo a su lado a una persona que estaba allí, tendida frente a ti y dispuesta a hacer lo que ordenaras, eras un enigma, una persona curiosa y espantosa, de esas que un día te elevan a lo más alto y al día siguiente te sepultan en una tumba mientras continuas respirando, ¿controversia? Tal vez. Y, de repente, te marchaste y me dejaste como una mascota sin dueño, vagando por calles fantasma sin un rumbo fijo, caminando sin ruta y respirando en un vacío, ¿y ahora te atreves a volver? ¿así, como si no me hubieses hecho nada? Todo lo que te estructuraba eran falacias, y siempre fui yo el que se aferró a la cruel ilusión, y tú quien me hacía creer en ella y luego herirme con la verdad. Arrodillado frente a ti era lo que a ti te gustaba mirar, y me satisfacía saber que eso podía hacerte sentir tan poderoso, ¿masoquismo? Probablemente. Hoy dices que te arrepientes, y ya no queda nada para favorecerte, lo peor de todo es que aún existe un torbellino de emociones dentro de mí, un cúmulo de sensaciones que no paran de latir, ten piedad y no me hagas creer que sentimos lo mismo, no de nuevo. No es fácil vivir siempre bajo efectos artificiales por culpa de tus falsedades."

locurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora