ni se como llamarlo

17 2 0
                                    


Me gustas, lo admito.
He tratado de negarlo una docena de veces, no lo haré más; lo acepto hoy.
Admito que causas efectos en mí. Que tú puedes arramblar mi corazón con la fuerza de un huracán. Por eso estoy asustada, por los ''qué vendrá''.
Sé que no soy de aquellas chicas que aceptan sus sentimientos al primer rastro de ellos, sé también que soy una maraña de líos y problemas inverosímiles.
No puedo brindarte estabilidad emocional. Paz, o esperanza, pero si tuviera la potestad de hacerlo, te ofrecería aquello que mereces. Podría perderme en adjetivos o calificativos, aún así no habría palabra para detallarte; mis palabras y textos sin pasión no cooperan.
Estoy segura, no voy a dar media vuelta y alejarme. No esta vez. Quiero estar a tu lado.
Pagaría por tener tus brazos envolviéndome, o ver aquellos sonrojos que dices que provoco. Pero tú presencia es a lo único que puedo aferrarme en este instante.
Todo esto será efímero, aún sabiéndolo, lo anhelo.
Sí, quiero decirte cuánto te quiero a cada segundo. Escribir textos en tu honor, o explicarte por qué creo que eres encantador.
Desconoces tantas cosas de ti. Siento que ese es uno de mis propósitos ahora; enseñártelas.
¿Cómo no logras verlo? Ignoras y rechazas tus cualidades, dotes y demás. Tomaré el tiempo que sea necesario para demostrarte cada cosa buena de la que eres acreedor.
Me prometí a mí misma no volver a entregar todo... Ahora estás aquí, rompiendo mis reglas y esquemas. Jamás había palpado el peligro con tanta ansia.
Quería dejar de ser la mancha negra en la pared recién pintada. La blusa al final del cajón que nadie volvería a usar. El diario que las niñas desechan al cumplir trece años. O tal vez, el libro que nadie se atrevió a observar en la librería.
Soy una descarada sin remedio. Aún siendo todo aquello, te quiero.
Somos una catástrofe, un desastre y un lío. Un cambio total de estaciones. Somos todo aquello juntos, y mientras tú permanezcas conmigo, estará bien. Cuando te marches, comprendo que quedaré devastada, aún así: ¿por qué no arriesgarse? ¿qué perderé intentándolo? Y ¿qué será de mí si huyo del amor como siempre? Entonces, si me marcho, sí habré perdido.
Acábame de la manera más hermosa que creas. Acábame con tu belleza o tus palabras. Y yo, permaneceré aquí sin importar las consecuencias. Hoy lo acepto, ya no hay vuelta atrás.
Te quiero, aunque el tiempo sea corto, aunque esté aterrada. No importa hoy. Incluso si vas a herirme, tomaré el riego.
Te quiero, enano. Sólo recuerda eso

locurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora