locuras

tal como me enseñaste

La noche inundaba mi alma de melancolía. Era imposible soportar tal vacío que no me dejaba dormir tranquila. Inmediatamente recordaba todo lo que hacíamos juntos, y no sabes como se destruía lentamente lo que quedaba de mi...
A lo largo de mi vida, he conocido a muchas personas que han sabido ganarse un gran papel en mi vida, así como también han sabido perderlo para siempre. Al ocurrir esto una y otra vez, decidí no volver a confiar en nadie. Quizás nadie valoraría mi confianza.
Luego llegaste tú, y vi un cambio total en mi. Me enseñaste a amar, a sentir, a confiar, a descubrir, a sentirme segura. Me diste alas para volar tan lejos como me lo permitiera, sin embargo, en tu partida, la que aún no entiendo y no quiero llegar a entender, arrebataste mis alas cuando más alto había volado, y quede sola, cayendo directo, a un puto abismo.
La cena esta caliente, pero mi apetito se perdio al recordarte.
El café se enfrió, al saber que no beberías más de el a mi lado.
La cama esta dura y fría, tanto como yo al tratar de olvidarte.
Mis labios están secos y perdieron el color rosado, al saber que no volvería a rozar los tuyos.
Mis manos estas frías, al saber que no volverían a entrlazarse con las tuyas.
Y yo, yo te extraño, te pienso y te pido a gritos, al caer en cuenta que sólo tú puedes dar calma a esta alma indomable.
Todo en mi te extraña, por ello me niego a la idea de perderte.
Todo en mi te recuerda, sin importar el daño que me provoque al hacerlo.
Todo en mi te necesita, pero no me atrevo a buscarte.
¿Terca? Sí, tal como me enseñaste.