Sexo, amor y otras drogas 2: Dolce vendetta©

Capitulo 3

Entré en la habitación, era espaciosa y fría, las paredes eran de un color blanco hielo. Los muebles eran de madera negra, era todo muy moderno. Detrás del gran escritorio, sentado en una silla de cuero blanco se encontraba el Sr.Reith. Era un hombre más joven de lo que pensaba, era moreno; el pelo le llegaba un poco por encima de los ojos, tendría unos 23 años. Cuando entre en la sala, se puso de pie, (era bastante alto) y me saludo con un apretón de manos.
-Siéntese, señorita...- Me miro mientras me señalaba con las manos un sillón cuadrado de color negro.
-Watson- Digo sentándome -Alana Watson, encantada-
-Igualmente Señorita Watson, supongo que ya sabe quien soy- Vacila y se sienta en el sillón en el que estaba antes.
-Si, lo se. Soy la nueva reportera de ámbito investigativo en la empresa, supongo que ya lo sabrá.- Le miro. -Me han dicho que debería hablar con usted antes de empezar.-
Después de varios segundos mirando a su mesa, con la mirada perdida, el Sr. Reith me mira y asiente. -Si, así es, le debo informar de lo que va a hacer y las noticias que va a cubrir, así como también le voy a dar unos formularios que deberá rellenar para asegurarnos de que la información que saque de alguna de las noticias que le correspondan, no se las dé a ninguna otra cadena bien sea Británica o extranjera. Pero bueno, eso se le será explicado en las hojas del formulario. También debo informarle de que le daré una hoja con los horarios de los informativos y programas en los que va a tener una participación como reportera, y déjeme decirle que no son pocos Señorita Watson.- Le miro y asiento a todo lo que me dice aunque no lo haya entendido del todo. -También debo decirle que esta cadena de televisión espera lo mejor de su parte, espero que no nos decepcione.- Dicho esto, se pone de pie y va a una armario que hay al lado de la puerta por la que entre, lo abre con una llave y saca una carpeta con algo escrito en la carátula. Cuando la pone sobre la mesa puedo comprobar que pone, en letras grandes y negras:«Alana Watson». La abre y me da todo el papeleo del que me ha estado hablando.
-Tiene hasta mañana a las ocho en punto de la mañana para leerlo, rellenarlo y firmarlo.- Dicho esto nos levantamos los dos, el me da la mano y yo, después de coger todos los papeles, me marcho de la habitación. Cuando la puerta se cierra a mis espaldas, respiro aliviada y me doy cuenta de que he estado aguantando la respiración un buen rato, incluso me he mareado un poco. Una chica rubia platino, me acompaña hasta mi mesa en la redacción del edificio. Estaba llena de gente apurada y hablando por teléfono, o simplemente escribiendo en sus ordenadores. Me siento y dejo los papeles a un lado.
-¿Señorita Watson?- Una voz masculina hace que me sobresalte.
-Si, ¿Qué pasa?-
-Nada, solo vengo a traerle unas hojas con los temas sobre los que tiene que hacer los reportajes.- Deja unas hojas sobre mi mesa.
-Vale, gracias...- Le miro e intentó obtener una respuesta, no se como se llama y me estoy poniendo nerviosa.
-Soy el Sr. Scott, pero puedes llamarme Liam.- se ríe y se rasca la nuca.
-Pues encantada, Liam- Le miro, es un chico muy guapo, tiene unos ojos color caramelo. Su pelo es color castaño, un poco mas corto que el de el Señor Reith. Es bastante alto y tiene un cuerpo fuerte, se nota que va al gimnasio.
Liam se va y me vuelvo a sentar en mi silla. Espero que no sea la ultima vez que veo a Liam.

Las horas pasan volando, ya son las cinco y media y llevo todo el día investigando para mi primer reportaje; tengo que investigar a cerca de la desaparición del presidente chino: Mao Xing. Ya tengo concertada una videoconferencia con las policía china que se encarga de este caso, y también quiero intentar sacar información de la televisión nacional de China, pero puede que sea complicado.
Recojo los papeles para rellenarlos y bajo al vestíbulo, me despido de la recepcionista (que no me acuerdo de su nombre, por cierto) y salgo a la calle, cojo el metro en la estación más cercana y vuelvo a casa.