Capitulo 9

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Barbara y yo estuvimos en el Starbucks más de hora y media, eran las cinco y media cuando me dirigí a la estación de metro. Cuando llegue a casa Dylan aún no había llegado, así que decidí sentarme en el sofa a ver la televisión mientras comía un tazón de avena.

Eran las ocho de la noche cuando llaman a la puerta con tres fuertes golpes. Me levanto del sofa de un salto, asustada por el ruido tan repentino y voy a abrir la puerta, pero para mi sorpresa, no hay nadie esperando en la puerta de casa. Miro a ambos lados pero no hay nadie, solo se puede ver el trafico, acompañado por el atronador ruido de los cláxones de los coches. Miro al suelo y veo que hay un papel hecho una bola todo arrugado, lo cojo y lo abro mientras cierro la puerta y camino hacia el sofa para volver a sentarme a ver la edición de la noche de las noticias.

Las palabras escritas en el papel, apenas son legibles así que confío en poder entender algo mediante el contexto.

Querida Alana:

Te veo el Sábado, 21 de septiembre a las 22h en el O2 stadium . Confío en ti, no me falles.

Ya sabes quien soy. XX.

Eso es lo que consigo leer (a regañadientes) en el papel que me llego por sorpresa a la puerta de mi casa. « Quizás haya volado por error hasta aquí, Alana.» Pienso mientras le doy vueltas en mi cabeza a lo que me acaba de v. De repente, Dylan entra por la puerta y deja su mochila y su chaqueta encima de la encimara de la cocina, yo me apresuro para esconder la nota y optó por guardármela en el sujetador.
-Hola,¿Qué tal ha ido el día?- Me pregunta mientras se acerca hacia mi y se sienta a mi lado.
-Bien, estoy bastante cansada, creo que me iré pronto a dormir. He estado en Starbucks con Barbara, la recepcionista y poco más que contar. ¿Qué tal ha ido el tuyo?-
-Pues he estado todo el día en la biblioteca. Quería tener la tarde libre, para estar contigo- Me mira y me besa. Me acurruco en el y miro la película que está en la televisión.

Cuando la película acaba, me levanto y me estiro mientras le miro y pienso lo mono que es. Esta dormido, tapado con una manta. Voy a la cocina y veo que son las 22 y media. Vuelvo al salón y le despierto poco a poco, el se levanta y me mira.
-¿Qué hora es?- Me pregunta
-Son las diez y media- Le respondo -Te has quedado dormido-

Se levanta del sofá y me besa, nuestras lenguas se funden en un apasionado juego. Un calambre recorre todo mi cuerpo desde el vientre hasta mi cabeza; es muy excitante. Dylan me coge en brazos y empieza a caminar hacia la habitación.

Cuando llegamos a la habitación, me posa sobre el suelo y me vuelve a besar. Él se sienta sobre la cama y me sienta encima de él.

-Te quiero mucho- Me dice y me vuelve a besar. Sonrío en sus labios y le respondo con un simple "Yo más".

Sexo, amor y otras drogas 2: Dolce vendetta©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora