Capítulo 9

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AHORA PUEDES VERME.


      Sarah.

      Faltan como cincuenta pasos para llegar al hospital, estaba ansiosa por ver a John ya que ayer no lo vi porque sus papás estuvieron con el todo el día. Aunque no me puedo quejar del día anterior, ya que pase tiempo de calidad con mi mejor amiga, tiempo de calidad que no teníamos desde hace... ¿Unas semanas? Estoy más tranquila de que ella sepa cuanto tiempo de vida tengo, y que me haya apoyado. Ahora se que tengo que disfrutar los últimos días de mi vida. Jamás creí que estaría en esta situación.

      Los cincuenta pasos se habían pasado más rápido de lo que creí, estaba frente a este gran hospital de muchos pisos, parecía más edificio de departamentos que hospital. Camine entre los jardines para llegar a la entrada. El clima caliente cambió a uno fresco dentro del lugar, y ahora me agradecía por traer un saco. Camine hacía la recepción donde estaba la muy amable Linda, creo que me había hecho su amiga en estos días que he estado viniendo. 

      —¿Como estas Sarah?—Le sonreí—Puedes pasar. Sus papás dijeron que vendrían hasta mañana.

      —Muchas gracias Linda. Que tengas un buen día—Le dije mientras caminaba directo al elevador que me llevaría al piso donde se encontraba John.

      En el muy corto camino, un hombre venía en la dirección opuesta a mí. Era un chico de aproximadamente 25 años, moreno y cabello castaño. Sus ojos me llamaron mucho la atención, eran de un tono gris, y podría apostar que era la primera vez que los veía. El venía viendo directamente su camino, no giraba su cabeza y cargaba una pequeña mochila en su espalda, cuando ambos nos encontramos pensé que el se movería un poco para no chocar, pero no lo hizo, nuestros hombros pegaron y al hombre pareció no importarle. Me detuve para sobarme un poco y mirar al extraño hombre, quien comenzó a subir las escaleras. Pero, si el elevador esta por acá... Trate de olvidar lo que sucedió y subí al elevador, dando golpe a la tecla del número tres.

      Conmigo, se subió una mujer de avanzada edad. Era de baja estatura y me llegaba al hombro. En el momento ignore a la mujer porque no me apetecía hablar con extraños, hasta que ella comenzó una conversación.

     —¿Vienes a visitar a alguien?—Preguntó la señora sonriéndome un poco. Yo le respondí con una sonrisa antes que palabras.

     —Sip. Mi amigo, tuvo un accidente y quedo en coma.. ¿Y usted?—La mujer agacho su cabeza.

     —Es mi marido. Esta enfermo de salud, los doctores dicen que no le queda mucho..—Mis ojos vieron el suelo, sentí pena por la mujer. Tome la muñeca de mi mano derecha con mi otra mano.

     —Lo siento..—Le dije con un volumen bajo. La puerta del elevador se abrió, y salí. La mujer me hizo señas de que ella subiría al siguiente piso, y le sonreí amistosamente. — Mucho gusto.—

      Camine a la habitación de John lentamente, teniendo la esperanza de entrar y encontrarlo con los ojos abiertos, esperándome con un "Hola Sarah" y con su risa de niño de 5 años. Pero como siempre, eso no iba a suceder. Abrí la puerta, el seguía acostado en esa pálida cama. Sus ojos estaban cerrados, y sus manos posaban sobre su cuerpo con todos esos cables conectándolo. Me senté en el banco que estaba junto a el y tome su mano.

    —Hey, hey John. Es el cuarto día que vengo a verte! Yaay. Bueno, han pasado muchas cosas estos últimos días. Daniel se cambio de colegio, y ahora es imposible para Julie verlo, aunque ayer cancelo una cita con él para ir a mi casa y animarme un poco! ¿No es genial?—Me sentía estúpida hablando con alguien que tal vez no me escuchaba.

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