Capitulo 18

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- ¿Tuya?

- Ummm, me refiero a si quieres ser mi enamorada.

- Ah.

- ¿Es eso un sí?

Valentina duda que responder. ¿Le dice que sí? ¿Por qué no? Ernesto es muy lindo y la trata bien a pesar de sus momentos de plena idiotez. Sí, definitivo: le dará una oportunidad de entrar a su vida y le responderá de la mejor de las maneras.

Se acerca suavemente y sin hacer mayor ruido cerca de él y de repente ante la sorpresa de él, ella lo besa casi rosando sus labios. Lo hace tan suave que la confusión de Ernesto aumenta. Cuando despega sus labios de los de él, acerca estos a su oído y otra vez suave le dice: "¿Eso responde a tu pregunta? Pues, en caso de que lo dudes es un sí.

- ¿Es su sí? ¡Es un sí! Mi princesa me dijo que sí_ dice casi gritando.

- Shh, no hagas tanto ruido. No queremos que se levante nadie más.

Ernesto la mira a los ojos, su pequeña princesa ahora es su blancanieves. Se para, la coge por la cintura, la levanta y la empieza a besar apasionadamente.

- Sabes, me dijiste que sí de la mejor manera.

- Sabía que te gustaría.

- Bueno ahora sí, escribiremos nuestros nombres en el árbol.

Se cogen de la mano y caminan hacia el árbol. El saca una navaja de su bolsillo y escribe su nombre.

- Ahora escribe el tuyo.

- Está bien_ ella agarra la navaja y escribe, ahora su relación es oficial y eso le parece bien.

- ¿Sabes porque este árbol es tan importante?

- ¿Por qué?

- Pues, he pasado toda mi vida aquí, los buenos y malos momentos y hasta he venido aquí después de hacer una estupidez. Lo admito.

- ¿Estupidez?

- Pues sí.

- ¿Es algo grave?

- Pues..._ahora habla lentamente.

- ¡¿Qué hiciste?!

- Pues fue después del accidente de mi mama.

Valentina en ese momento recuerda lo que paso aquella noche. La mamá de su enamorado murió ya hace un par de años. ¿Pero que hizo él?

- Ah, cierto. ¿Qué fue lo que paso?

- Me drogue en un club, estaba muy afectado. Aun no podía entender que había pasado.

- ¿Te drogaste?

- Si, lo siento.

- Bueno. Ya no lo haces, ¿verdad?

- No, no. Ahora prefiero abstenerme y fumar.

- Al menos eso es mejor. Pero no creas que estoy totalmente de acuerdo.

- Pues, hay que contarle a todos que ya somos pareja. ¿Te parece buena idea?_ dice tratando de cambiar el tema.

- Si, está bien. Pero primero ponte el polo.

- Esta mojado, ¿no lo recuerdas?_ ríe.

- Oppss_ sonríe. Bueno cógelo y vamos.

La pareja camina hasta donde están sus amigos y en el camino se cogen de la mano y se sonríen.

- Chicos, ¡volvieron!_ digo mientras que Mónica y Gabriel que estaban volteados besándose , detienen lo que estaban haciendo y se voltean nuevamente para mirar a los que llegan.

- Si, y por lo visto varios se fueron.

- Bueno es verdad, ¿y qué pasó? ¿Por qué tardaron tanto? Nosotros empezamos a pensar que nunca volverían_ dice Mónica sarcásticamente y con un toque de curiosidad.

- Somos novios_ dice feliz Ernesto.

- Qué bien_ dice Gabriel.

- Se ven lindos juntos¬_ añado mientras observo su felicidad.

- Gracias_ dice Vale.

Vaya, una nueva pareja en este círculo amical. Parece que aquí me quedare de violinista_ pienso para mis adentros, pero en ese mismo momento veo a Fabricio sonriendo. Que bella sonrisa.

- Hey Ernesto, no me había dado cuenta. ¿Y tu polo? Vamos hombre hace frio_ dice Gabriel burlándose.

- Se mojo_ dice el aludido sin detallar todo lo sucedido.

- ¿Qué hora es Mara?_ dice de repente Mónica sin tomarle mucha importancia a lo que su flaco acababa de decir y dándose cuenta de que en ese momento yo estaba viendo mi celular.

- Tres y cinco, ¿por?

- ¿Te parece si te dejo sola con Fabricio?

- ¿Por qué harías eso? _digo pensando un poco la pregunta. Tal vez este es otro plan de Mónica para conseguirme flaco.

- Pues ya me dio sueño y quiero volver a casa y Valentina se tiene que ir conmigo. Además, es oscuro y sería bueno que nuestros chicos nos acompañen.

- Me parece bien_ digo analizando la situación.

- Y a mi_ dice Fabricio mientras me mira.

Él se queda pensando, tiene que aclarar lo del asunto amoroso. Debe saber si lo que Mara escribió en su diario es correcto y si ella siente algo por él. Si los demás se van, ellos se quedarían solos y sería un excelente momento para hablar en privado.

¿Quedarme con el chico que me gusta? No sé. Puede mejorar las cosas o empeorarlas y todo depende si es que la conversación se vuelve incomoda o no._ pienso.

- Bien chicos, los dejamos. Adiós_ dice Mónica y los demás se despiden posteriormente al igual que ella.

Los cuatro caminan hacia la casa de Mónica. Solo somos Fabricio y yo. Que nervios, pero las cosas son así por algo.

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