No hay palabras para describir este lugar, pero la única manera de que Paul se salve era avanzar, apenas puso un pie en el piso sintió debilidad. No había signos de vida en ninguna parte, sólo fuego,destrucción y chirridos. A cada paso que daba, más temor sentía. Cuando dio el quinto, la puerta se cerró , retumbando con un sonido aterrador. En ese momento, sintió que debería apurarse.
Siguió caminando, dejaba huellas, pero eso no le daba miedo, lo que realmente le daba miedo, era que también aparecían otras a sus costados. Decidió correr. Era imposible para él andar sin llorar, todas sus lágrimas caían al suelo y en centésimas de segundo se evaporaban. Deseaba que fuera una pesadilla, pero no.
Corría cada vez a mayor velocidad, sabía que no estaba solo. Una vez cansado, paró. Era la peor desición posible. Nunca miraba hacia atrás, por eso no se daba cuenta de que el suelo a medida que iba andando se agrietaba, y luego caía. Cuando paró, el suelo se desplomó, tirándolo al vacío.
Cerró los ojos y los mantuvo así unos diez segundos. Cuando los abrió se encontró en medio de una especie de nube rosa, se podía observar un arcoiris y llovían pétalos de rosas de todos colores: rojos, amarillos, blancos y violetas, inculuso habían verdes, naranjas y azules.
Se sentía increíblemente bien, por un instante olvidó que estaba cayendo a toda velocidad y deseaba que esto durara para siempre. Pero las cosas no eran así. Se desmayó. Nunca más pudo disfrutar una experiencia así.
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Puertas
Teen FictionEn una ciudad no muy lejos de Londres se encuentra el niño más solitario del pueblo. Sin embargo, su vida cambiará luego de una noche de Abril