Puertas

La Decisión Final

Encontraron empleo en una cafetería y alquilaron un departamento. Al cabo de un tiempo se dieron cuenta de que no sentían ni hambre ni sed. Decidieron quedarse en ese mundo.

Pasaron unos diez años, ninguno de los tres envejecía. Habían comprado una casa y lograron ser los propietarios de la cafetería. Y se dieron cuenta de que tenían mucho dinero de sobra, (recordemos que no necesitaban comer ni beber) es ahí cuando por fin pueden hacer algo por el bien de todos: Fundaron una organización para ayudar a toda clase de necesitados: Enfermos, pobres, deprimidos, etc.

La Fundación es perfecta, se sitúa en un edificio enorme, y en cada piso se atienden diferentes tipos de problemas. Cumplió con su objetivo. La gente por allá ya no tenía ningún problema, todos estaban felices y nadie se quejaba de nada. Era hermoso.

Pasaron otros cinco años y Paul despertó junto con sus dos compañeros en una sala completamente gris. La luz era azul y escasa, había grietas y manchas de humedad por todas partes. Escuchó una voz que le decía que estaban ahí por un simple experimento. Y que no saldrían hasta que se hallen resultados. El experimento consistía en mantenerlos en cautiverio y observar su comportamiento.

Los tres "presos" no se lo tomaron de la peor forma, creyeron que todo estaría bien y que saldrían de allí muy pronto. Hasta que un día Paul no resistió, se volvió loco de remate, a tal punto que mató a sus dos compañeros rompiéndoles el cuello y sacándoles la piel. Paul murió también. Es un final trágico, pero deja esto:

Paul era una de las mejores personas del mundo. La vida no le dio ni a sus padres, era huerfano, pero aún así ayudó a la gente cuando tuvo la oportunidad. Y la sociedad lo hizo enloquecer, esa sociedad lo encerró y lo hizo cambiar. Como verás, para mal.

Las mejores personas NUNCA se dejan llevar y SIEMPRE son ellas mismas. Nunca cambies tu personalidad por modas, estereotipos o burlas.