Me enamoré de un Criminal© [Michael Jackson AU] #MJAwardsWinner

Capítulo 2 | "El primer encuentro"

Año 1927

Annie

Transcurrieron los años. Chicago se volvía cada vez más la meca de la delincuencia, pero no podía irme a otro lugar. Por todos lados veía carteles de "Se busca" y escuchaba hablar de lo que había sucedido la noche anterior o a plena luz del día. Yo no tuve remedio alguno... me había enamorado profundamente de aquel criminal que ahora es el más buscado de toda la ciudad.

Los señores Rowling hicieron un cambio de residencia y por suerte me pagaban de más y llegué a ahorrar mucho dinero; pienso que el señor William trabajaba extra para brindar dinero a mí y a su familia. Cuando me quedé sola por completo yo había desobedecido a mis padres un poco, ya fumaba y bebía; pasé de vestidos largos a más cortos a la altura de la rodilla, pero aún conservaba mi decencia y buenos modales aunque me sentía mal por hacerlo.

Rompí una promesa importante... No ir a clubes nocturnos. Según mis padres esos eran "lugares muy peligrosos" y era algo cierto pero no me importó y fui a uno de los prestigiosos y ocultos clubes del bajo mundo que hay en la ciudad, "Club 30th". Supe de él gracias a un hombre que insistía en verlo ahí y jamás volví a saber de él una vez que me dirigí al lugar por primera vez. Se volvió mi lugar favorito por su buen ambiente. Esta noche iré ahí mismo, me aburro mucho estando sola en casa y algo de entretenimiento. Salí de casa y al mismo tiempo los nuevos vecinos —una pareja de adultos mayores— de junto llegaban en su auto.

—Buenas noches señores Jefferson —. Les saludó Annie amablemente.

—Buenas noches señorita, tenga mucho cuidado al caminar —. La señora Jefferson bajó del auto y estrechó la mano de Annie.

—No se preocupe, estaré bien. No llegaré muy tarde —. Ella sonrió

Annie caminó por unos instantes y encontró un taxi para irse a su destino. Se subió en la parte de atrás y le otorgó una tarjeta al chofer.

—Buenas noches —susurró ella—, ¿conoce esa dirección? —.

El chofer le dio la vuelta a la tarjeta —Claro, le dejaré cerca de ahí —. Devolvió la tarjeta.

—Muy bien. Usted sabe que ninguna palabra del lugar debe de ser mencionada —. Fue lo último que dijo la chica rubia.

Llegaron a una calle cerca del club, Annie pagó la carrera y bajó del taxi. Caminó hasta llegar a la entrada de un callejón, pero antes de entrar se aseguró de que nadie estuviese cerca. Había un detalle, al otro lado de la calle estaba un auto estacionado pero no distinguió si había alguien adentro por lo oscuro de la calle y la muy pobre iluminación de los alrededores no ayudaba en nada. Entró lentamente al callejón sin despegar la mirada del vehículo.

Dentro del auto sí había alguien que observaba la entrada para llegar al club pero no estaba dispuesto a salir de él para no alertar a la dama que se perdió en la oscuridad de aquel desolado callejón.

Walker encontró la entrada del club —una puerta de madera reforzada color verde— iluminada con una tenue luz cálida y tocó. Un hombre deslizó la mirilla y la chica rubia mostró la tarjeta que contenía no sólo la dirección sino el nombre del club.

—¿Se aseguró de que nadie la siguiera? —. Inquirió aquel hombre.

—Desde luego, nunca hay gente ni por casualidad —. Respondió ella seriamente.

—Adelante señorita —. La mirilla volvió a deslizarse y la puerta se abrió. Annie entró contenta guardando la tarjeta entre el escote de su vestido y la puerta se cerró de golpe.

Todo en el club estaba en completo orden; gente emborrachándose y jugando con el jazz inundando todo el lugar.

Annie era feliz bebiendo y hablando con quien se le cruzara en el camino hasta que llegó el gangster del cual ella se enamoró. Abrió la puerta como si nada y un profundo silencio se apoderó del club. Permaneció en la entrada observando a detalle el lugar mientras recibía miradas penetrantes puesto a que criminales de su calaña no son muy comunes en ese rumbo. Smooth Criminal posó su mano en uno de sus bolsillos y apartó su saco como si fuese a desenfundar un arma, los hombres en el club temerosos sacaron sus armas.