Michael debía asistir a un compromiso por parte de uno de los allegados de Al Capone, quien contrataba a Capone Jackson como un sicario. Una celebración de cumpleaños que se llevaría a cabo en un salón privado en alguna parte de Chicago; por supuesto, Annie le acompañaría después de no verle en un tiempo. El señor Alfonso Capone financió aquella fiesta y su hijo pensó que no le vendría mal distraerse un poco; además, se sentiría en deuda si no asistiría a la fiesta de quien varias veces le pagó grandes cantidades de dinero sólo por asesinar gente.
Era la primera vez que Annie asistía a una fiesta de tal calaña así que se mantendría lo más sobria posible.
Ya había dejado de lado su preocupación por cómo le vería la gente y había aceptado su destino por amor.
El italiano dejó por un momento a su futura esposa para demostrarle sus respetos al festejado mientras ella con una curiosidad enorme decidió recorrer el lugar para intentar familiarizarse a lo que le espera a futuro.
Walker exploraba el salón rodeada de gente muy bien vestida y adinerada con gran sed por un buen alcohol hasta que su intuición le decía que algo andaba mal; alguien podría estarle observando y siguiendo. Trató de perderse entre la gente, pero le fue inútil.
—Una hermosa mujer como tú no debería estar sola —. Le susurró un hombre misterioso de acento italiano a sus espaldas.
Walker sintió un extraño escalofrío recorrer su espina dorsal y se quedó inmóvil. El cuerpo no le respondía de ninguna manera y sólo le quedaba idear un plan para poder librase de aquel hombre sin llamar la atención de los demás presentes.
—Muestra la cara, infeliz —. Murmuró Annie aún inmóvil.
Aquel hombre ahogó una pequeña risa y muy confiado se plantó frente a la rubia. Era más prominente que el mismo Michael y vestía igual de elegante.
—Puedo notar que eres distinta a las demás —el hombre movió la cabeza de un lado a otro, desaprobando la actitud de Annie—. Eres muy valiente al tomar esa postura ante un hombre como yo —.
—Dime qué es lo que quieres —. Bufó Walker apretando los puños.
—Vendrás conmigo —alegó el hombre tomando a la chica de un brazo—. Vas a trabajar para mí y harás que gane dinero —.
—¿Quién lo ordena? —. Walker sabía de qué estaba hablando, el hombre era un chulo.
—Claramente yo —. Éste le responde tomando con más fuerza el brazo de Annie.
—No iré contigo —. Ella necesitaba poner aprueba la paciencia de ese chulo. Ya tenía un plan, aunque no había pensado en qué pasaría después si es que funcionaba.
—Vendrás conmigo quieras o no —. La voz del hombre cambió de calmada a agresiva, pero evitando llamar la atención.
—Vete al infierno —. Walker sonrió.
—Fue suficiente maldita zorra —. Gruñó el misterioso hombre a punto de darle una bofetada a la rubia.
Michael buscaba a la joven rubia más molesto que preocupado hasta que la encontró con alguien quien le parecía familiar. Annie no dudó ni un segundo y de su escote sacó la navaja que el criminal de blanco le había regalado accionándola y colocándola en la garganta de ese hombre. Él se sorprendió al ver el objeto punzante no por estar cerca de su cuello sino por reconocerla al instante.
—¿Quién te ha dado esa navaja? —. Interrogó el hombre sin quitarle la mirada a esa arma blanca.
—Eso no es de tu incumbencia —. Alegó Walker acercando más la filosa hoja.
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Me enamoré de un Criminal© [Michael Jackson AU] #MJAwardsWinner
Ficción histórica~Verás a Michael de otra forma~ Esta novela es un universo alternativo, desarrollado entre los años 1920 y 1930 en los tiempos de Al Capone. Annie Walker es una joven que se enamoró de Smooth Criminal, un delincuente muy buscado y peligroso quien es...