—Nunca lo has hecho, ¿verdad? —. Inquirió Capone Jackson fulminándola con la mirada.
—No —. Respondió ella cabizbaja.
Él levantó su rostro para que lo viera a los ojos —No soy de ese tipo de cosas, pero... Contigo haré algo diferente —.
«Él dijo ha dicho algo... ¿Diferente? ¿Qué quiere decir eso?» Se dijo la rubia dentro de su mente.
Michael intentaba comprender que Annie nunca había sido llevada a la cama así que trató de hacer lo necesario para no verse como un animal como en sus aventuras pasadas. Aún sostenía las tersas manos de Annie y las colocó en su en su pecho; tuvo una sensación nueva que le recorría el cuerpo entero como si fuese electricidad.
—Adelante, quítame todo esto —. Ordenó él a secas.
Walker hizo caso omiso a su amado mientras temblequeaba y comenzó desatándole la corbata, desabotonando su camisa y dejando caer hacia los lados los tirantes que le sostenían el pantalón. Capone Jackson sólo observaba los meticulosos movimientos de Annie sin tener pensamiento alguno en su cabeza.
Annie quería descubrir qué había debajo de esa fina ropa, pasó saliva y se deshizo de todo aquello que le cubriese el torso a Michael. Se encontró con un pecho bien formado y unos brazos ni muy fornidos, pero tampoco delgados, un abdomen ligeramente marcado y un cuello esbelto el cual tenía una cadena de oro con un dije muy peculiar: un cristo de plata que pareciera ser más para mujer. Un tanto extraño.
Ella se limitó a recorrer y explorar con sus ojos y sus manos el moreno torso del criminal; no quería perder esa oportunidad por nada del mundo que tal vez sería la única si las cosas salían mal. Al mismo tiempo, Michael rozaba sus dedos sobre los brazos de Walker haciendo que la clara piel de ella se erizara con facilidad.
—Siéntate en la cama —. Le susurró a Walker intentando controlar su deseo.
Annie asintió algo agitada; Michael se hincó frente a ella y le acarició las piernas. Se estremeció y soltó un jadeo que para el gangster era como escuchar alguna melodía de su total agrado. Él disfrutaba de las reacciones de la chica de cabellos dorados ante los roces de sus manos sobre esos muslos blancos.
—Afloja un poco, leggiadria —. Capone Jackson intentó separarle las piernas.
—No estoy segura de hacerlo —. La voz de ella era apenas audible.
—¿A caso no me amas Annie? —Inquirió él sentándose a lado de ella, haciendo que volteara a verle— Entrégate a mí —.
Volvieron a encontrarse en un beso, Michael le acarició los muslos nuevamente y ella le cedió el paso separando sus piernas.
—Eso es... Sé una chica obediente —. Susurró él.
Todo comenzó con una pequeña situación vergonzosa y ellos dejaron de ser dos para convertirse en uno solo esa misma noche. Annie al principio sentía inseguridad de sí misma y miedo puesto a que ella era una mujer pura libre de pecado, pero su amor por Michael dominó sus pensamientos por completo y se dejó llevar por la pasión que estaba experimentando por vez primera.
†
El criminal despertó en medio de la madrugada a causa de un mal sueño encontrándose con la rubia durmiendo, acurrucada muy cerca de él y con el torso descubierto. Sintió un alivio al no haber hecho un alboroto como siempre que tenía pesadillas y observó a su futura mujer dormir tranquilamente; tomó el edredón y le cubrió el torso para que no pasara frío.
Se limpió el sudor frío de la frente y suspiró profundamente. Tenía la sensación de que algo había cambiado en sus adentros y lo dejó pensativo durante un rato antes de volver a quedarse dormido; el verdadero amor de una mujer era muy intenso y novedoso para él así que dejaría de ser tan duro con la chica o al menos haría el intento.
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Me enamoré de un Criminal© [Michael Jackson AU] #MJAwardsWinner
Ficción histórica~Verás a Michael de otra forma~ Esta novela es un universo alternativo, desarrollado entre los años 1920 y 1930 en los tiempos de Al Capone. Annie Walker es una joven que se enamoró de Smooth Criminal, un delincuente muy buscado y peligroso quien es...