-Muévete, tenemos que ser rápidos.
Edward caminaba delante de mí entre los arboles.
-No puedo ir tan rápido como tú, ¿podemos parar un momento?
-Claro que puedes hacerlo, solo que no estas acostumbrada a este tipo de cosas. Ahora, deja de ser tan niñita y sigue avanzando.
Seguimos caminando durante unos minutos, hasta que él de repente se quedo quieto, estuve a punto de chocar contra su espalda, pero por suerte, me detuve a tiempo.
-¿Qué es lo que pasa?
-Shh, escuche algo. Agudiza tus sentidos y ayúdame a encontrarlo.
Su voz era suave y hablaba en susurros.
-¿Qué? No te entiendo.
Antes de poder escuchar una respuesta, él ya se había agachado y cuando se levanto, llevaba un indefenso conejo blanco entre sus manos.
-Wow, ¿eso es lo qué estabas buscando?
-Sí, es tu cena de esta noche.
Estoy segura de que mis ojos se abrieron más de lo normal.
-¿Acaso estas loco? No pienso comerme a ese pobre animal, no estoy acostumbrada a ese tipo de sangre.
Edward puso los ojos en blanco, y entonces alzo los hombros, quitandole importancia al asunto.
-Bien, si no lo quieres, entonces lo comeré yo.
El conejo aun intentaba huir de sus manos, pero antes de que lo lograra, giro su cuello, quedando su cuerpo inmóvil, acerco al conejo a su boca y comenzó a succionar la sangre, el simple olor de aquel flujo rojizo me hizo volverme loca e inmediatamente reaccione.
-Dámelo, lo necesito.
Le extendía las manos como una niña pequeña, él levanto la cabeza y me miraba con esa sonrisita que ya comenzaba a hacerse tan conocida para mi.
-Es por eso que te expulsaron de primer internado al que fuiste ¿No es así?
Mi cerebro no estaba procesando nada, así solo dije la verdad.
-Estaba muriendo de hambre, no podía hacer otra cosa. Dámelo, por favor.
Puso el conejo en mis manos, al instante lo lleve a mi boca y clave mis colmillos, la sangre no era tan buena como la humana, pero al menos ayudaba a que mi hambre parara.
-¿Así que simplemente mataste a la primera que se cruzo es tú camino? Supongo que fue una horrible coincidencia que fuera esa chica.
Mi cabeza daba vueltas, trate de tranquilizarme y comer con más tranquilidad antes de que terminara desmayandome.
-No estaba en mis cinco sentidos, además ella era odiosa.
-No debiste hacerlo, pero ya no hay nada que hacer sobre aquella situación.
-Aunque no lo creas, aun me siento culpable.
Cuando el conejo quedo sin sangre que pudiera seguir comiendo, lo deje caer al suelo.
-¿Cómo te sientes?
-Mareada, la cabeza me da vueltas.
-Sera mejor que te sientes, tienes esos síntomas porque es la primera vez que comes sangre de animal, pero no te preocupes, tu cuerpo se adaptara rápido a ella.
Me senté en la tierra y comencé a respirar lento para evitar las nauseas, él se mantenía de pie recargado en el tronco de un árbol, era ahora mi momento de cuestionarlo.
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Híbridos
Science FictionMi madre murió hace poco tiempo, he conocido nuevas personas en mis nuevos colegios, pero... ¿Debería confiar en ellos? Podrían salvarme o quizás podrían matarme. Esta es una de mis primeras novelas, ojala y les guste. 🚫 No adaptaciones sin el per...