Capítulo Final

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La cena continuo, la música tan relajante te invitaba a bailar, todo iba de maravilla ahora.
Lucas estaba bailando conmigo lentamente, me sostenía con suma delicadeza, como si me fuera a romper, nuestro baile fue interrumpido por la voz de mi futuro suegro.

- De nuevo, les agradezco a todos por venir, es maravilloso contar con su presencia. Ahora quiero comenzar con la subasta, como todos ya saben, el dinero que recaude será para nuestras distintas fundaciones.

Todos comenzaron a sentarse en sus respectivos lugares, en silencio esperamos a que todos estuvieran listos. Una mujer que no había visto en toda la velada, se paró en el escenario con unas hojas y comenzó a hablar.

- Muy buenas noches a todos los presentes, es un honor para mí ser la encargada este año, para dirigir la subasta, sin más que decir comencemos.

Los ojos de la chica eran completamente negros, tenía el presentimiento de conocerla, en algún lugar la había visto.

- Es aquí dónde viene lo divertido.

La voz de Lucas susurrando a mi oído logro sacarme de mis pensamientos.

-¿Qué de divertido tiene una subasta?

Le mire con una sonrisa intentando que entendiera que solo bromeaba.

- Es mucho más divertido de lo que imaginas.

La música seguía sonando de fondo a un compás tranquilo. La subasta estaba a punto de comenzar, un hombre puso una jaula en el suelo dónde se encontraba un ratón.

- Ahora, comencemos con la subasta. Cómo primer artículo, tenemos a una sirena que se convierte en una adorable ratón.

Ella hizo una seña con la mano, el hombre se volvió a acercar a la jaula, el ratoncito salió casi al instante se convirtió en una bonita chica.

- ¿Quién dice 100 libras?

Un hombre de las mesas más cercanas levantó su letrero con la palabra "sí" escrita en él.

- Yo doy 150.

Otra voz más al fondo habló.

- 200

Esta vez era de una esquina.

- ¿Alguien ofrece más?

La mujer seguía motivandolos a llevarse a la chica en el escenario.

- 250

Volvió a hablar el hombre del fondo.

- Puedo apostar que el hombre que dijo sí primero, se la llevará.

Lucas susurró a mi oído mientras los demás seguían atentos a la subasta.

- Sigo sin entender porque es que ella tiene que ser subastada, no es como si fuera un simple objeto, y también sigue sin parecerme divertido.

- Creo que juntarte tanto con los humanos te ha pegado su forma de pensar.

No dije nada, esperé a que él siguiera hablando.

- La mayoría de quienes son subastadas aquí, son ocupadas como sirvientas, cocineras, niñeras, cosas como esas, algunas más tienen otro tipo de destinos.

De tan solo imaginarlo me daban escalofríos.
La subasta continuo, finalmente la chica fue comprada por el primer hombre que acepto la oferta. Muchas más fueron vendidas, no me parecía correcto, solo quería marcharme ahora.

-¿Podemos irnos? Ha sido una noche muy agotadora para mí.

Lucas me sonrió débilmente, asintió, nos levantamos de la mesa sin despedirnos de nadie, salimos a la fría pero abrasadora noche.

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