Capítulo 6

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Cuando Harry hubo subido las escaleras y desaparecido por el oscuro pasillo de la segunda planta Louis se dio cuenta de que estaba mirando fijamente hacia las escaleras con una sonrisa. Le había sorprendido Harry con el regalo, nunca espero que le regalara nada, o al menos tampoco pensaba que era  importante que le regalara nada. Solo son regalos. Y el mejor de la noche, desde luego fue estar con Harry en la cena.

El ojiazul no esperó un momento más y se fue hacia su habitual sitio en aquella sala, el sofá pequeño donde siempre leía o escribía en su ordenador. Se sentó allí y miró la caja. Quería abrirla en ese mismo instante y explorarla como niño pequeño. El se sentía como uno, como un crío de cinco años al que le regalan un juguete o tal vez como un adolescente cuando le regala algo su pareja.

La caja que Harry le había regalado era una caja rectangular que tenía pinta de contener algún reloj o algo por el estilo dentro. Louis pensó un momento en lo que aquel chico podría haberle regalado.

-Esta bien. Parezco estúpido. Nunca lo sabré si no lo abro.- dijo removiéndose el pelo sonriente y algo nervioso.

Lentamente comenzó a subir la tapadera de la caja y ¿qué encontró dentro? 

Una pluma negra. Cuando le sacó la tapa vio que la punta era dorada, decorada con el símbolo de un ancla.

Una gran sonrisa se formó en la cara del castaño y se sintió demasiado feliz. Harry había acertado completamente con el regalo. 

Louis ya había tenido plumas, pero ninguna era como esa, no para él y el símbolo le hacía pensar si Harry lo había echo aposta o simplemente le gustó el símbolo. 

...

Harry estaba absolutamente cansado y harto de que sonara el timbre. La noche anterior habían llegado a las cuatro de la mañana a casa y ahora que eran más o menos las diez, lo único que quería era dormir pero le era imposible.

Apartó las sábanas dispuesto a bajar y a matar a la persona que estaba molestando sus horas de sueño. Posiblemente era Louis que se había quedado en la calle o tal vez alguno de los editores de este.

Incluso podría ser Zayn, siempre le molestaba aposta. Era el amigo más idiota que había tenido nunca, aún así se llevaban bien.

Justamente pensando en Zayn a Harry le vino a la cabeza un chico que el día anterior, o mejor dicho la noche anterior había conocido.

-Hola.-dijo alguien tocando su hombro. El rizado se giró y se encontró con un chico bajito, rubio y de ojos azules.

-Hola.-dijo este de igual manera.- ¿nos conocemos?-dijo el rizado al rubio.

-oh, no. No que yo sepa.- dijo sonriente.- soy Niall Horan. Soy un seguidor de la novela de Louis.

Harry le sonrió y se presentó de igual manera.- Harry Styles. Aunque por aquí ya saben todos quien soy antes de que pueda presentarme.

El rubio soltó una pequeña risa y negó con la cabeza.

-No tenía ni la menor idea de quien eras hasta que dijiste tu nombre sinceramente.- Harry se sintió feliz de que al menos alguien no supiera quién era desde un principio.

Era tan incómodo que la gente lo conociera y lo saludara como si fueran colegas de toda la vida....

-no sabes lo que me alivia eso.-dijo sincero.

-¿Por qué? ¿No te gusta la fama y todo eso?-Harry metió sus manos en sus bolsillos.

-No. No es que tampoco me deje de gustar. Lo que no me gusta es que me atribuyan méritos que no son míos.-Niall asintió y lo miró algo pensativo.- espera ya sé lo que piensas y tengo una pregunta.

The TeacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora