Capítulo 30

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Cuando el rizado abrió los ojos la luz de fuera lo cegó, Louis tenía la manía de subir las persianas sobre las doce de la mañana y eso no causaba más que irritación al pobre rizado.

Giró sobre sí para quedar sentado en la cama tocando con sus pies el frío suelo y miró la hora, aún era pronto. Con una voluntad más que gigantesca tuvo que ponerse en pie para ir hacia el baño y ducharse, el día anterior había sido un día bastante lleno de emociones. Louis y él tenían que volver a su piso en Londres y su madre parecía no querer que eso sucediera, se había encariñado tanto con Louis y estaba tan a gusto con su hijo en casa que exigía que se quedaran unas semanas más.

Pero Louis no podía dejar de trabajar en la universidad, ya habían pasado una semana fuera y Harry simplemente tenía que seguir estudiando para sus exámenes.

Una vez que salió de la ducha y estuvo vestido bajó a la planta baja donde un aroma a café y té inundaba la habitación. Cerrando los ojos y dando unos últimos pasos se plantó detrás de Louis y rodeó su cintura con sus fuertes brazos.

-Umm...-dijo cautivado por el olor.

-Te has levantado de muy buen humor.-dijo un Louis muy sorprendido.

Harry repartió pequeños besos en el cuello de su novio sin abrir los ojos, le encantaba estar así, era como estar en el paraíso.

Louis se giró y miró a su novio con una sonrisa bien extensa, se acercó y besó los labios de su rizado novio muy despacio.

-Llegaremos tarde si empezamos así.-Louis lo cargó y lo sentó en una de las sillas de la cocina.

-Pues que sea así entonces.-dijo riendo y atacando el cuello de su novio mientras apretaba la zona del menor.

Harry puso su mano sobre la de Louis y con mucha fuerza de voluntad la levantó para ponerla sobre su mejilla.

-No puedes llegar tarde amor.-dijo Harry haciendo una pequeña mueca.

Louis suspiró y beso sus labios fugazmente.

-Tienes razón.-dijo apartándose y yendo a por su chaqueta y bandolera.

-Te veo más tarde.-y después de lanzar un beso se fue.

-¿En serio a hecho eso?-dijo Harry riendo.

Que tierno era.-pensó Harry sonriendo como un crío cuando le daban lo que quería.

Terminó su desayuno y salió de casa emprendiendo su camino hacia la universidad. El día sería largo y aburrido y no tendría ninguna clase con Louis así que tenía que ir preparándose mentalmente para aburrirse como nunca lo había echo. 

La última semana había sido tan den en sueño que casi no lo podía creer, al haberse ido tan lejos habían tenido la oportunidad de pasear como una pareja por las calles, darse caricias y pasar mucho tiempo con su familia. Realmente le hubiera sentado genial si no hubiera sido por la razón por la que habían estado allí.

-¡Harry!-gritó alguien desde el fondo del pasillo.

Era Luke, venía bastante apurado cogido de la mano de Ashton y parecía muy preocupado. Por un momento se imaginó lo peor, ¿y si le había pasado algo a Louis? ¿Y si habían pegado a Zayn? ¿Y sí...? Tenía que dejar de crear paranoias en su mente o se volvería loco. Observó a sus amigos acercarse y en ese momento sonó la campana, la ignoró y se centró en aquellos chicos.

-¿Qué pasa?-preguntó Harry preocupado.

Luke solo apretó los labios en una linea y calló lo que tenía que decir. Harry estaba entrando en pánico, ¿qué era lo que tanto callaba?

Justo en ese momento alguien paso al lado de Harry con cara de miedo y algo de repugnancia. Harry frunció el ceño y puso cara de confusión.

-¿Qué esta pasando?-le preguntó a Luke histérico.

Luke no contestó solo miró sus zapatos. No sabía como decirlo, aquello era grave muy grave y perjudicaría a muchas personas de aquí en a delante.

Toda aquella paz que Harry había encontrado la última semana al decir adiós a su padre, al haber estado con Louis en su antigua casa había desaparecido para dejarle ver un mar de preocupaciones. Y lo peor era que aún no tenía ni puñetera idea de que estaba pasando.

-¡¿Qué coño pasa?!-le exigió saber a Luke con actitud poco amigable.

Luke señaló hacia la puerta de la universidad y Harry apretó los dientes y los puños para echarse a andar. Estaba tan cabreado... odiaba ser el último en no enterarse de las cosas.

Tal vez simplemente había suspendido alguna asignatura o algún profesor había puesto una queja en su contra.

En el momento que salió a la puerta principal miró a todos lados y no encontró nada fue entonces que se giró y su cara cambió de expresión.

-No puede ser.-murmuró con el corazón latiendo a mil por hora.

-No puede ser.-se repitió a si mismo.-esto tiene que ser una maldita pesadilla.


...

No me maten por dejar el capítulo así, quería que hubiera intriga.

Aquí tienen el capítulo que espero que les haya gustado.

Feliz navidad a todos e intentaré subir hoy otro capítulo y sino mañana porque veo cruel dejaros así.

Muchísimas gracias por leer de verdad.

Xx, horanloi.



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