Después dedarme una buena ducha bajo a la cocina con mi tía y pongo la mesa. He dejado ellibro en la planta de arriba para leer cuándo termine de comer.
- ¿Vais asalir esta tarde? – termina de ponerme la ración de macarrones que suelo comerhabitualmente.
- No lo sé,Kira no me ha comentado nada sobre salir, pero supongo que algo se le ocurrirá –me encojo de hombros – Aunque si no salimos, aprovecharé para leer a Bécquer.
- Tú y lalectura, la lectura y tú...- sonríe divertida.
Mellevo el último tenedor lleno a la boca y cojo aire antes de dejarlo caer sobreel plato completamente vacío. Recojo y quito la mesa antes de subir de nuevo ami habitación.
Meencuentro tumbada en la cama con el libro de Bécquer entre mis manos cuándo suenala conocida melodía de mi móvil. Suspiro y dejo el libro boca abajo encima dela almohada.
**Móvilde Amber**
-¿Diga? – pregunto.
-Hola literaturiense – la voz de Kira suena al otro lado de mi móvil.
(Idiota– pienso)
-Hola pesada, y no se dice literaturiense – añado graciosa.
-Se diga cómo se diga, ¿mañana te vienes no?
-Si me dices a dónde, quizás pueda responder - río.
-Oh sí, se me había olvidado – pongo los ojos en blanco - ¿A ti te gustan lasfiestas en las piscinas? – pregunta.
-Si hay tíos, si – afirmo atrevida y la risa de Kira me envuelve al otro lado dela línea.
-Bueno, haberlos los habrá, ¿Te acuerdas de Nicole?
-¿Es la chica que conocimos hace un par de meses en Isla Mágica? – preguntoindecisa.
-Si, la misma – asiento – Bien, pues nos ha invitado a una pequeña fiesta quedará mañana con motivo de la celebración de su diecisiete cumpleaños y... hedicho que vendrías – se queda en silencio.
-¿Sin consultarme antes? – frunzo el ceño.
-Ajá – responde directa.
-Me encanta que cuentes conmigo a la hora de realizar planes en los cuales voy aparticipar – respondo vacilante.
-Lo suponía, así que te paso a buscar a las once y cuarto – rodeo los ojos ysuspiro – Ah, depilada y con tu mejor biquini, por si las moscas – ríejuguetona, lo cuán hace que suelte una leve risa yo también.
-¿Y volveremos a las...? – dejo caer la pregunta.
-Calcula sobre...las diez de la noche con un poco de suerte – responde.
-Hasta mañana petarda – me despido.
-Te quiero – grita y yo cuelgo riendo.
Definitivamente,me espera una tarde tranquila, y con la mejor compañía. Bécquer.
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Wood.
FanfictionAmber Wood. Dieciséis años. Una novela que te mostrará la razón de ese refrán tan famoso; "Del amor al odio, sólo hay un paso"