Clases
Después de que Ginny se enterara de que estaba embarazada, una idea se había comenzado a formar en su mente, y necesitaba hablar con Harry.
-Harry?- Ginny había entrado al pequeño estudio donde Harry se hallaba inmerso en papeles, que inmediatamente había echado a un lado para sentar a la pelirroja en su regazo.
-Sabes pues- comenzó nerviosa la pelirroja - pues tu mamá era hija de muggles no?
Harry asintió
-Y Hermione también- otro asentimiento por parte de Harry quien no comprendía a donde quería llegar la pelirroja
-Y tú te criaste con muggles- Harry suspiro y asintió
-A mí me gustaría que nuestro hijo naciera en el mundo muggle- término de decir Ginny con la mirada baja
-De acuerdo- dijo Harry levantando su menton y besándola suavemente
-Estupendo- dijo Ginny completamente emocionada - Mañana tenemos la primer clase
- Espera, Ginny clase de que exactamente?
-Pre parto, obviamente- y salió sonriente a del estudio dejando a Harry con un terrible presentimiento
A la mañana siguiente ambos vestidos completamente con ropa deportiva muggle, tomaron el metro rumbo al gimnasio en donde Ginny los había inscrito.
Lo primero que Harry sintió fueron ganas de salir corriendo, como los otros 15 futuros padres que ahí estaban.
La decoración no hizo mucho por quitarle ese sentimiento, la alegre y emocionada maestra solo incremento sus ganas de huir.
Pero los ojos de Ginny emocionada ante la idea de que su hijo creciera con lo mejor de ambos mundos supo que por más que quisiera no podría huir.
Los primeros minutos consistieron de explicaciones ligeras, que fue capaz de seguir, los problemas comenzaron en la parte práctica.
Cambiarle el pañal al pequeño muñeco que les habían dado.
OH NO!'
El no haría eso.
La maestra le entrego el muñeco como si fuera un bebe real, él no lo tomaría por supuesto que no.
Volteo a ver a Ginny, por supuesto que lo tomaría, suspiro claro que lo tomaría.
Primero le toco a Ginny cambiarlo, todo bien, instinto materno se dijo a sí mismo, ahora tocaba el, no nada salió bien.
El talco se le cayó manchando sus pantalones y zapatos, iba a colocar el pañal al revés y según su maestra si tomaba así al bebe iba a romperle el cuellecito, que no sabía cargarlo bien y por si fuera poco él bebe era motorizado así que mientras él lo cambiaba el pequeño niño había decidido dejarle un hermoso regalo líquido, que le aseguraron solo era agua.
No, no había sido un buen día.
SI, si tenía que volver la próxima semana
No, no tenía sentido negarse'
Si, si cumpliría todo lo que Ginny le pidiera porque ver esa sonrisa y el pequeño brillo que se formaba en sus ojos todo valía la pena, y más si eso venía acompañado de la futura pequeña risa del bebe cuando le contara todo lo que había pasado
Si, definitivamente valía la pena.
