IV Nuevo Inicio

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Seis y cuarto de la mañana, madrugada del siguiente día y toda la casa estaba despierta, incluido Tiabes quien se paseaba de un lado a otro viendo lo que hacía cada uno.

Fue terrible para todos despertarse a tales horas de la madrugada, pero era necesario si querían llevarse suficientes cosas para el viaje.
Cada uno se encontraba llenando una mochila (para nada pequeña) con sus cosas, ya fuese ropa o lo que quisiesen llevar.

A las siete tendrían que estar saliendo de la casa para caminar lo más disimuladamente posible hasta la entrada del recinto, tratando de no llamar la atención de las personas que pudiesen estar despiertas a esa hora, la idea era hacerlo lo más discreto posible.

La noche anterior Jaime le había avisado a Ignacio que finalmente había decidido ir con todo su grupo, a pesar de que no había sido su decisión, por lo que había quedado de que en la entrada estarían las otras tres personas que sabían del tema esperándolos con una camioneta, la cual tendría maleta cerrada pensando en la cantidad de personas que viajarían y la cantidad de suministros que tendrían que llevar. Les entregarían unos cuantos galones con litros de bencina en su interior, los suficientes como para ir y volver sin ningún tipo de problemas; comida y agua para todo el grupo para unos cuantos días en el caso de algún inconveniente, además de ropa y algunas vendas, alcohol y cosas para curar heridas, en caso de cualquier cosa.

En la casa reinaba el silencio, cada uno concentrado en sus propios pensamientos, a lo más hablando para pedir ayuda para cerrar un bolso o para que les pasaran algo que estaba lejos, pero no salía de aquellos comentarios. Lo que más abundaba era el sueño combinado con algo de preocupación, la cual todos intentaban ignorar y disimular.

Todos tenían claro que existía cierto riesgo en lo que iban a hacer, pero ninguno quería arrugar y arrepentirse, ninguno quería separarse del resto. Si se hacía algo, lo hacían entre todos.

Era eso lo que Jaime tenía claro que Nicolás pensaba. Tenía claro que pasara lo que pasar, se iban a estar acompañando y apoyando en todo momento, sin embargo el rojo sabía que su pololo en el fondo sí estaba asustado, lo sabía al ver lo serio que había estado durante toda la mañana desde que habían despertado, lo sabía al notar lo pensativo que estaba, respondiendo con monosílabos o simples gestos, y le preocupaba, le preocupaba la preocupación de Nicolás.

No quería que se viese obligado a viajar sólo por él, no quería obligarlo a arriesgar su vida, por lo que la noche anterior cada cierto rato le había preguntado a todos si en verdad querían ir, además de insistirles en que no lo acompañaran, pero era inútil, todos se veían decididos. 
Si a alguno le pasa algo va a ser mi culpa, weón, si yo tendría que viajar solo, no sé pa' qué me acompañan, se están arriesgando, algo va a pasar y va a ser por mi culpa, aquellos y más pensamientos de ese tipo inundaban la cabeza del rojo, irritante.

-Nico- lo llamó desde la puerta mientras el moreno echaba las últimas cosas a su mochila la cual se encontraba encima de la cama de Oscar. Jaime se había despertado antes que todos para estar listo y de alguna forma supervisar que todo estuviese bien.

-¿Qué pasa?- respondió sin mirarlo, concentrado en recordar si es que olvidaba algo importante.
Percatándose de que no le estaba prestando atención del todo, prefirió acercársele y, una vez estuvo a su lado, lo tomó de las manos y lo giró para que lo mirara, quedando así uno en frente del otro.

-¿Qué onda, Jaime?- le preguntó ya más extrañado por su actitud.

-¿Estai' seguro de que queri' ir?- dijo después de unos segundos de silencio, a lo que el moreno lo miró como diciendo "No wei'". -Si no queri' ir no es necesario...

-Jaime, no empeci' de nuevo, si ya te dije que voy a ir-. Intentó zafare de su agarre, pero el barbón se rehusaba a soltarlo.

-Puta, ya... si sé, perdón- decía bajando la mirada- pero es que siento que, no sé, lo están haciendo por obligación, y que les va a pasar algo, y que va a ser mi culpa y nunca me lo voy a perdonar si es que les pasa algo y- antes de poder continuar, unos labios se posaron sobre los tuyos, callándolo.

Juntos, Ahora y Siempre (Jaidefinichon GOTH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora