Ya se había vuelto algo común para Manuel aquellos sueños que tenía cada noche desde hacía casi un año, aproximadamente. Se le había vuelto común el despertar nervioso, asustado, o incluso con los ojos cristalizados y una sensación profunda de ambedo, por la cual al despertar se quedaba bastante rato mirando a la nada, observando como los primeros rayos solares se colaban por la ventana e iluminaban la habitación.
Pero, a pesar de que era casi costumbre, no le agradaba que todos los sueños, o pesadillas, se trataran acerca de los mismos temas y, sobretodo, que las mismas personas estuviesen siempre en ellos.
Algunas veces su familia estaba involucrada, ya fuese completa o alguno de los integrantes, en otras era Mateo el que se presentaba, lo que de cierta forma le creaba una angustiante y melancólica sensación, pero en todos, absolutamente todos sus sueños, era Edgar el que se hacía presente, y eso era lo que más lo deprimía.Fuese la temática que fuese del sueño, su semental amigo siempre participaba de ellos, y en todos se mostraba con una actitud de arrepentimiento, como pidiéndole disculpas pero sin decir una palabra, pidiéndole que volviesen a ser lo que eran antes, que todos esos lindos momentos que alguna vez vivieron se repitieran... o al menos así lo interpretaba Manuel.
Esto era algo lejos de ser bueno, al contrario, producto de ver a Edgar tan cercano a él en sus sueños y luego despertar y verlo dormido, recordando al instante lo distante que estaban siendo uno del otro, lo llenaba de tristeza y nostalgia, lo que hacía que Yelo se mostrase distraído y muy callado, más de lo usual.Si hablamos de perdonarlo, hace bastante tiempo que estaba considerando hacerlo, puesto que había reflexionado y llegado a la conclusión de que lo que le había dicho Edgar en ese momento había sido lo correcto.
"Hay que hacer sacrificios", por el bien del grupo, lo mejor había sido no volver donde el resto, dejando a Mateo atrás, dejándolos a todos atrás en aquella casa de la cual nadie sabía si salieron vivos y no.Su tema, su principal complicación, era el cómo decirle a Edgar que ya no estaba molesto con él, puesto que por más que lo deseara no podía llegar y lanzarse a sus brazos gritándole "¡Eddie!" como solía hacerlo a veces en la U al saludarlo, provocando que las mejillas del alto se sonrosaran y que todos los molestaran y los trataran de fletos, pero era algo que a Manuel le encantaba... lamentablemente, después de todo ese tiempo en el que apenas se habían hablado, no podía llegar y hacerlo así como así.
Tampoco quería llegar y acercársele diciendo el típico "¿Podemos hablar?", porque de esa forma había empezado su última conversación seria, en la cual Edgar le había dicho que le agradaba Mateo y que los consideraba una linda pareja, lo que era una gran y dolorosa mentira, ahora que lo pensaba con la mente fría.
Tenía todas las ganas de que su relación volviese en el tiempo hasta el punto en donde la habían dejado de buena manera, pero no sabía cómo hacerlo, y tenía claro que Edgar ya se había rendido, porque muchas veces antes había intentado que conversaran las cosas y él mismo se había negado.
Eddie, puta que te extraño, weón...Pero, inmediatamente después de aquellos pensamientos venían sus recuerdos con Mateo, las miradas que se compartían, los ataques de risas, su primer beso... cosas que las relacionaba directamente con el ruliento, puesto que su lado rencoroso seguía insistiendo en el hecho de que perder al de ojos claros había sido culpa de Edgar, por lo que volvía al dilema de... ¿Cómo perdonarlo?
Aquella mañana no fue la excepción en cuanto a sus típicos sueños. Si bien no solía recordar de qué se había tratado, recordaba perfectamente una escena que le partía el corazón.
Él parado en medio de la nada, literalmente, una habitación negra sin mucho que apreciar. Luego, miraba hacia el frente y veía una luz proveniente del cielo apuntando a alguien arrodillado, con la cabeza gacha, las manos apoyadas en el suelo, los rulos castaños claros del cabello cubriendo su cara... sollozando. Llegaba un momento en el que esta persona levantaba su rostro, mostrando unos cristalizados ojos y lágrimas desbordando de estos y cayendo por sus mejillas. Esta persona lo miraba a los ojos, una mirada que demostraba arrepentimiento, le pedía algo... le pedía perdón... no, algo más que eso.
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Juntos, Ahora y Siempre (Jaidefinichon GOTH)
FanfictionTodo parecía ir bien a favor del grupo protagonista de esta historia, habían superado la parte más difícil y sus vidas finalmente habían vuelto a la normalidad. ¿Será aquella paz eterna? [Secuela de "Juntos, hasta el Final de los Tiempos"]