Dos

59 3 0
                                    

Era hermoso ver a mi padre tan feliz, ese brillo en sus ojos no habia sido visto desde la muerte de mamá, me alegraba el hecho de saber que a vuelto a encontrar el verdadero amor. Diana era una gran persona, podria sacarte una sonrisa aun en los peores momentos,es la clase de persona que sirmpre ve el lado positivo de las cosas. Pronto se convertiria en mi madrasta, mi padre estaba tan contento con todos los preparativos, al igual que Diana. No me mal interpreten , pero aunque mi madrasta sea un completo angel, nunca ocuparia el lugar de mamá.

Gerardo: me llevare éste. - me informo , el traje consitia en un saco color perla de un solo boton, pantalones del mismo clor que el saco, camisa de un color parecido a el durazno y un par de zapatos negros sin brillo alguno que hacian juego con una corbata negra sin diseño alguno. Acenti .

Mientras , mi padre terminaba de pagar su traje, me dedique a buscar algun vestido para el evento, junto con Miriam , la cual no dejaba de entrar y salir del probador.

Miriam: Que opinas de este.- me gire para verla, se veia hermosa , el color dorado inundaba mi mirada, el color dorado resaltaba su cabellera rubia , la medida arriba del muslo hacia ver sus piernas mas largas de lo que normalmente eran y el escote dejaba ver parte de sus senos.

Tu: no cres que es un poco escotado?.- se volvio a mirar y nego.

Miriam.- no abuela a Kendall le encantará.- sonrio burlona , me dispuse a fingir una sonrisa por "abuela".

No encontraba algun vestido, ninguno me agradaba, pero oo tenia que encontrar ya que la boda era en una semana.

Gerardo: bien nos vamos?.- llego mi padre con las bolsas de la tienda.

Miriam: claro , solo pagare esto y ya los alcanzo. - corrio o mas bien trato de correr , pero esos enormes tacones se lo impedian. Negue con la cabeza.

Gerardo: y tu?? no llevaras ningun vestido. - cuestiono miemtras caminabamos en direccion al auto.

Tu: no, ninguno llamo mi atención, lo buscare mañana junto con Brenda y Wendy.- asintio . luego de eso solo senti una gran cantidad de peso sobre mi espalda, no logre mantenerme de pie y cai , llevando mi rostro al aspero y frio pavimento.

El Diario De Una CoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora