Capitulo 9: -chū

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Natsuki parpadeó un par de veces, regresándose a si misma al presente, el ruido volviendo a sus oídos rápidamente, la gente apareciendo a su alrededor. Notó las miradas fijas de sus amigas, llenas de sorpresa y algo más, algo que no lograba identificar por el rabillo del ojo; había otros estudiantes, de todos los grados, viéndoles fijamente, como si esperaran que algo interesante sucediera.

Pero, nadie vio venir aquello...

La menor juntos sus manos, como si rezara, las colocó sobre sus labios justo en medio de las manos del varón, quien aún acariciaba sus mejillas con delicadeza, y con un rápido y fuerte movimiento hacia los lados, apartó las manos del atractivo chico, sin molestarse por el fuerte golpe.

Los ojos de todos se abrieron con sorpresa; el mayor se veía impresionado, como si no hubiese venir aquella reacción.

— ¿Quién crees que eres para tocarme con tanta confianza? —cuestionó, la voz llena de una oscura furia.

Algo que Natsuki odiaba, era que la tocaran con tanta confianza, cuando no conocía a alguien, aún más cuando no le había dado el permiso de tocarle. No importaba lo atractivo, guapo o quien sea que este chico fuera, ¡NADIE, tocaba a Natsuki Uzumaki!

El chico le dedicó una sonrisa de lado, parándose correctamente, viéndola con cierto cariño y burla, algo que solo hizo arder un poco más la furia dentro de Natsuki.

—Lo siento, lindura —dijo el chico de ojos morados, con arrogancia—. ¿Eres nueva? Creo que no sabes quién soy, mi nombre es Sasaki Tsubasa.

Los ojos de Natsuki se abrieron como platos, viéndole con un nuevo interés y emoción, llevándose una mano a los labios, para cubrirlos.

La sonrisa del varón creció, orgulloso de ver la emoción en la niña, solo esperando a que, ahora, se tirara a sus pies, y le venerara tanto como las demás féminas y donceles hacían.

— ¡¿Sasaki Tsubasa?! —gritó la niña, como si estuviera frente su ídolo favorito—. ¡¿De verdad?! ¡¿Eres tú?!

El chico asintió, con todo el orgullo que alguien puede tener.

La sonrisa de Natsuki se borró en menos de un segundo. Su mirada perdió la emoción, llenándose de asco e indignación.

—No me importa quién eres —volvió a hablar la fémina, con la voz tan fría que parecía quemar—. No me importa si eres hijo de la reina de Inglaterra; nadie me toca... "lindura". No te creas el rey del mundo, ni vayas con la idea que todos tienes que conocer tu nombre.

Se acercó un paso más, su respiración combinándose con la del chico, quien la observaba con los ojos abiertos como platos.

—Vuelve a tocarme, y te cortare los dedos.

Pasó por un lado del mayor, asegurándose de golpear su brazo con el suyo, tomó a Hanako de la mano, y se alejó de ahí, ignorando por completo las miradas sorprendidas de todo el pasillo.

Apenas se metieron en un baño, Kyoko se aseguró que estaban solas, y Yumiko cerró la puerta con pestillo, las tres se giraron a ella, la diversión brillando en sus facciones.

— ¡No puedo creer que hicieras eso! —gritó Kyoko sin dejar de reír.

Natsuki fue a lavarse las manos, con una ligera sonrisa en sus labios al lograr escuchar a sus amigas reír a carcajadas.

— ¿Quién era ese? —preguntó.

La primera en lograr dejar de reír tanto fue Yumiko, quien se sentó en el lavamanos dedicándole una sonrisa burlona.

-.Soy Tu Hija.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora