Capitulo 25: Nozze

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Cuando despertó se sentía un poco atontado.

Se encontraba solo en la cama, y se sintió vacío durante un momento, una voz al fondo de su cabeza le dijo que todo había sido un perfecto sueño, que si se encontraba solo en la cama fue porque nada paso; su hija no se había aparecido en la oficina para presentarse, nunca había arreglado las cosas con Naruto, aun no tenía contacto con su hermano, sus padres estaban en algún lugar del mundo gastando dinero y divirtiéndose.

Estaba solo...

Se paró de golpe de la cama y fue a revisar el baño y el vestidor para comprobar que las cosas de Naruto estaban ahí, antes de salir corriendo hacia la habitación de Natsuki, comprobando que todo continuara en su lugar, solo para asegurarse que su primer sentimiento había mentido, que no había estado soñando con su vida perfecta y en verdad la estaba viviendo.

Soltó un largo suspiro al encontrarse con la habitación de su hija perfectamente arreglada, se dejó caer acostado en la cama, disfrutando del suave tacto de las cobijas contra su piel.

Fue en ese momento, que recordó porque su hija y Naruto no se encontraban en la casa: ese era el día de su boda.

Una risa emocionada y llena de pánico escapó de sus labios, apenas podía creer que iba a casarse con Naruto Uzumaki, después de quince años separados y casi nueve años de noviazgo, al fin podría decir que Naruto era suyo legalmente.

Se sentía tan feliz que era ridículo.

La puerta de la habitación se abrió de golpe, sobresaltándole ligeramente.

—Te dije que estaría aquí.

Se sentó con un rápido movimiento, encontrándose con la mirada poco impresionada de Gaara y Shikamaru, quienes le veían con idénticas expresiones de burla e irritación.

— ¿Qué hacen aquí? —preguntó, con voz fría.

Gaara fue hasta él, a la vez que le rodaba los ojos, como si acabara de hacer la pregunta más ridícula del repertorio.

—Estamos aquí para pasar el día contigo, y ayudarte a arreglar para la boda.

—O algo similar, Naruto solo nos dijo que estuviéramos contigo —agregó Shikamaru, aun en la puerta.

Soltó un largo suspiro y volvió a acostarse en la cama, extrañando tener a su hija a su lado, se había acostumbrado demasiado a verla a su alrededor; desde que había llegado a su vida se había mantenido tan cerca cómo era posible, ya sea en la oficina o la casa, siempre parecía estar ahí, como si temiera tanto como él que desapareciera y volver a estar solo, sin ellos.

Sus amigos le dieron un par de segundos para arremolinarse en su autocompasión, antes de halarlo y hacerle ir hacia el comedor, donde Misa ya tendría hecho el desayuno.

Según indicaciones de Naruto, podrían pasar el día haciendo nada, hasta que dieran las 12, cuando comenzarían a arreglarse para la boda, y tendrían que estar en el lugar a más tardar las 4.

Todo estaba perfectamente planificado.

— ¿Dónde está Suigetsu e Itachi? —preguntó Sasuke, mientras bajaban las escaleras.

—Suigetsu fue a recoger tu ropa porque Naruto estaba terminando detalles —explicó Nara, con el tono cansado y aburrido de siempre—. Itachi dijo que llevaría a Natsuki a algún lugar, y vendría en un par de horas para pasar el día contigo.

Asintió un par de veces, sin prestar más atención.

Itachi se había tomado bien el que sus padres fuesen invitados a la boda, sobre todo después que Sasuke explicara la disculpa de su padre, pero aunque se veía tranquilo, decidió que no hablaría con ellos en toda la noche, y pidió a Naruto que lo sentara en la mesa más alejada a los Uchiha junto a Natsuki y su novio, donde se limitaría a cuidar a la joven pareja.

-.Soy Tu Hija.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora