Natsuki no estaba segura de que estaba pasando.
Habían pasado dos semanas desde que había conocido a Takumi, y todo parecía un desastre; Suigetsu se negaba a ir a la oficina de su padre, Gaara parecía furioso cada vez que tenía que estar más de cinco minutos frente él, Shikamaru parecía molesto con el chico de ojos dorados, parecía incapaz de escucharle hablar sin rodar los ojos, y su padre ignoraba por completo la presencia del universitario.
¿Lo peor de aquello? A Natsuki realmente le gustaba Takumi.
Se había roto un poco cuando su padre se acercó a la hora de la cena, y susurró: "Te conseguiré a alguien más". Se negaba rotundamente a tener otro, aun mas, porque nadie le estaba diciendo que había de malo en Takumi; había soportado las lágrimas mientras le decía cuanto le gustaba Takumi, diciéndole lo complicado que era para ella congeniar con las personas, cuanto se había acostumbrado a tener al molesto chico de ojos dorados... era como el hermano mayor que nunca deseo, ¡y le encantaba!
No entendía porque todos odiaban a Takumi; era divertido, y siempre estaba riéndose cuando estaban juntos, además cumplía todos sus caprichos.
Merecía un maldito aumento, y solo por esa vez, hace unos días, cuando le pidió Kurogoma Aisukurimu, y tuvo que pasar todo el día de viaje, solo para conseguirle aquello, cuando ella solo lo había mencionado al verlo en una revista, ni siquiera lo había pedido, ¡ni siquiera sabía de qué estaba hecho! Pero, se lo comió, bajo la atenta mirada de su padre y Takumi, quien le dedicaba una radiante sonrisa.
Al final, ella ganó.
Ahora, era cuando su pequeño infierno se hacía presente.
La escuela.
De vuelta a Roma, en la escuela siempre estaba en el cuadro de honor, siempre con las mejores calificaciones del grado, pero... a la hora de hacer amigos era un asco, y el tener que pasar por aquello cuando no se sentía segura del idioma... Estaba entrando en pánico.
Las personas comúnmente se acercaban a ella solo por su apellido, lo había aprendido cuando apenas tenía siete, y una "amiga", le había dicho que tendría que regalarle ropa hecha por tu mamá para su cumpleaños..., en ese entonces, aún era tonta e ilusa, quería ser aceptada por todos, y tener miles de amigos. Después, llegaron pedidos de ropa gratis, incluso las personas de grados arriba le hablaban, se había sentido como la reina de la escuela en ese momento, pero al final todo se estrelló frente ella..., había escuchado a varias niñas, sus "amigas" hablando sobre ella, diciendo lo molesta y odiosa que era, y lo pesado que era continuar con esa amistad solo por la ropa que les conseguía...
Algo se rompió en ella ese día, no supo que fue, pero su mamá notó el cambio de personalidad.
Dejó de hablar con todos, ignoro a sus amigas, no asistió a mas fiestas; se centró en perfeccionar su japonés, hasta que su profesor le dijo que no podía enseñarle más, y entonces comenzó a leer y sumergirse en sí misma, aprendió inglés y francés...
Sus amigos cambiaron, convirtiéndose en papel, y al final, solo quedo Camillo, quien se negaba rotundamente a dejarla sola.
Nunca se cambió de escuela, no quería pasar por lo mismo al encontrarse con personas nuevas, pero ahí estaba, haciendo todo lo que no quería hacer por su padre, usando el precioso uniforme escolar, y la única razón por la que había elegido ese colegio.
Su padre se encontraba a su lado, dedicándole una pequeña sonrisa, y ofreciéndole un libro.
—Tengo una junta a la hora de tu salida —dijo Sasuke, acariciando su cabello—. Takumi vendrá por ti, apenas salga de la clase que tiene, pero si quieres buscar un club, solo tienes que decirnos a qué hora terminan tus actividades.
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-.Soy Tu Hija.-
Fanfiction#Sinopsis. No hubo más que unos gritos, una pelea que cambio la vida que ambos tenían, a la cual se había apegado; un "Lárgate si eso quieres" y un portazo, bastaron para arruinar la relación perfecta que tenían. Sin saber, que había una linda sorp...