Se encontraba sentado tras su escritorio, con Naruto de pie a su lado derecho, manteniendo una mano sobre su hombro, como si estuviera apoyándolo en aquel momento tan bizarro, y sentía que si apartaba su mano aunque sea un segundo, iba a desmoronarse por completo.
— ¿Qué quieres?
Hacia mas de diecisiete años que no veía a su hermano, pero seguía justo como lo recordaba, el largo cabello negro atado en una coleta baja, el rostro enmarcado por dos mechones de cabello, las ojeras de siempre, y esa sonrisa burlona que había odiado durante años, pero también extrañaba, aunque le pesara admitirlo. Llevaba una playera gris bajo la chaqueta de cuero, y unos skinny jeans. Se veía bien, para tener más de 40 años.
—Quiero mi lugar en la familia, otouto.
Naruto soltó una sarcástica risa, inclinándose un poco más hacia Sasuke.
—No, no lo quieres —dijo el doncel, con ira en su voz—. Nunca quisiste la empresa, siempre hiciste hasta lo imposible porque Fugaku te desheredara, pero nunca funciono.
—Ahora, voy a repetir la pregunta, aniki; ¿qué quieres?
Itachi perdió la sonrisa en un segundo, y se desplomó en la silla, parecía que en cualquier momento se soltaría a llorar, pero apretaba fuertemente los labios, como si con eso fuera a controlarse por más tiempo.
—Nunca dije que quería la empresa —reprochó el mayor, con el ceño fruncido—. Sasori termino conmigo, hace seis meses, conoció a una chica, y decidió que era genial terminar nuestra maldita relación de más de 20 años, solo por una estúpida, porque ella podía darle una puta familia; ¡Deje todo por él! ¡¿Y así es como me paga?!
Se cubrió el rostro con la manos, y se quedo así un momento, sin llorar ni hacer un solo sonido, parecía que necesitase cubrirse para contener la ira en su interior, como si aquello fuese demasiado para él, y estaba seguro que era de esa manera, había visto la relación que llevaba su hermano con Sasori, y había pensado que eran como Naruto y él, que serían algo para siempre.
—Estoy cansado de estar solo, de sentir que soy yo contra el mundo, de sentirme abandonado por todos, estoy cansado de emborracharme y pensar en lo que habría sido, si hubiese escuchado a nuestro padre, si me hubiera alejado de Sasori, y casado con Deidara, él era perfecto para mi... éramos perfectos juntos, pero sentía que moriría sin Sasori, y ahora...
Sasuke soltó un largo suspiro, sabía a qué se refería su hermano, se había sentido de la misma forma con Naruto, cuando eran chicos y hablaban sobre sus relaciones, en esas madrugadas de galletas con leche, siempre sintió que había algo similar en cómo se sentían ambos, creía que ambos habían encontrado a la persona definitiva, por eso no le sorprendió del todo cuando su hermano se fue de casa, después de la monumental discusión con su padre.
Tomó aire lentamente, tratando de tranquilar su alocado corazón, aun agradeciendo la mano de Naruto sobre su hombro, era algo que le anclaba y le ayudara a evitar el pánico que se atenazaba contra su pecho con fuerza.
— ¿Qué quieres que haga? —preguntó Sasuke, con la voz fría, sin poder ofrecerle más a su hermano—. ¿Quieres que llame a nuestro padre, y le diga que has vuelto? ¿Quieres que le diga que te dé una empresa que no quieres y no vas a cuidar? ¿Quieres que me aparte de la empresa a la que le he dado todo de mí? ¿Qué es lo que quieres, Itachi?
El mayor alzó la mirada fijándola en la suya, dejándole ver el dolor y la desesperación, lograba ver lo roto que estaba, sabía que haría cualquier cosa para ser aceptado de nuevo en la familia, y eso solo significaban problemas para él.
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-.Soy Tu Hija.-
Fanfiction#Sinopsis. No hubo más que unos gritos, una pelea que cambio la vida que ambos tenían, a la cual se había apegado; un "Lárgate si eso quieres" y un portazo, bastaron para arruinar la relación perfecta que tenían. Sin saber, que había una linda sorp...