Texto. -De pequeño viví en esta casa -me explicó el Espectro-, y veía cosas que
te habrían erizado hasta los dedos de los pies. Era el único que podía verlas, y mi
padre me pegaba por contar mentiras. Había algo en el sótano que tenía la costumbre
de subir al piso de arriba. A ti te habrá pasado lo mismo. ¿Estoy en lo cierto? -
Asentí en silencio-. Bueno, no hay nada de qué preocuparse, muchacho. No es más
que otro cadáver, un fragmento de un alma atormentada que se marchó para
ocuparse de mejores asuntos. Si no hubiera dejado atrás la parte mala de sí mismo,
habría estado atrapado aquí por siempre jamás.
-¿Y qué hizo ese... cadáver? -pregunté. El techo me devolvió el tenue eco de mi
voz.
-Era un minero cuyos pulmones estaban tan enfermos que ya no podía trabajar
-afirmó el Espectro moviendo la cabeza con tristeza-. Se pasaba todo el día y toda
la noche tosiendo y haciendo esfuerzos por respirar, y su pobre esposa los mantenía
a los dos. Ella trabajaba en una tahona, pero por desgracia para ambos, era una mujer
muy hermosa. No hay muchas mujeres de las que puedas fiarte, y las bonitas son las
peores de todas.
»Para empeorar la situación, era un hombre celoso, y la enfermedad le agrió el
carácter. Una noche ella tardaba mucho en regresar del trabajo. Él se acercaba una y
otra vez a la ventana, yendo y viniendo sin parar, y se enfadaba cada vez más porque
creía que su mujer estaba con otro hombre.
«Cuando al final apareció, él estaba tan furioso que le abrió la cabeza de un golpe
con un gran bloque de carbón. La dejó moribunda, tirada en el suelo de losas,
mientras bajaba, al sótano a cavar una tumba. La mujer seguía viva cuando él volvió,
pero no podía moverse ni gritar. Ése es el terror que nosotros notamos, porque es el
que ella sintió cuando la levantó y la llevó a la oscuridad del sótano. Lo había oído
cavar y sabía lo que su marido iba a hacer.
»Esa misma noche él se mató. Es una historia triste, pero aunque ahora descansan
en paz, el cadáver del hombre sigue aquí, así como los últimos recuerdos de la mujer,
y ambos son tan fuertes que pueden atormentar a personas como tú y como yo.
Nosotros vemos cosas que el resto de la gente no ve, lo cual es a la vez un don y una
maldición. Sin embargo, es algo muy útil para nuestro oficio.
Me estremecí. Sentí lástima por la pobre mujer que había sido asesinada y por el
minero que la había matado. Pero también sentí lástima por el Espectro. ¡Imaginad
que tuvieseis que pasar la infancia en una casa como ésta!
Bajé la vista hacia la vela, que yo mismo había colocado en el centro de la mesa.
Estaba casi consumida, y la llama acometía su última danza trémula, pero el Espectro
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El Aprendiz Del Espectro
Mystery / ThrillerLibro 1: Thomas Ward tiene trece años, es el séptimo hijo de un séptimo hijo, y vive feliz en una granja junto a sus padres, su hermano, y su cuñada. Todo cambia cuando, una tarde, viene a buscarlo un Espectro para llevárselo como aprendiz. Junto a...