No todo es culpa del destino.

Capítulo 26. ¿Donde iremos?

Capítulo 26. ¿Donde iremos?

-Melissa saldré a caminar un rato.-Tome mi bolso del sofá.

-Lleva las llaves.

-Okey.-Camine hasta la cocina y tome las llaves que estaban en el mesón.

Me dirigí hasta la puerta, una vez ahí mire nuevamente a la casa porque sentía que olvidaba algo, pero finalmente descarte la idea y salí de la casa.

Últimamente mis ganas de manejar son casi nulas por lo que mi auto se estaba llenando de tierra en el antejardín.

Seguí caminando por el vecindario en el que se ubicaba la casa de Melissa, a esta hora prácticamente no había nadie en las calles ya que el frio era bastante, pero de todas formas encuentro que es mejor así, la razón por la que no me gusta salir mucho en las mañanas es porque hay mucha gente, por lo tanto esta hora es la indicada para mí.

Estaba caminando con lentitud, sentí que algo cayó en mi rostro por lo que mire hacia el cielo para ver que había sido, en cuanto mire otra cosa cayo en mi rostro, y finalmente en cosas de segundos comenzó a llover exageradamente. A lo único que atine fue a poner mi bolso por sobre mi cabeza para poder tapar algo de agua.

-¿¡Bonnie!?.-Grito alguien desde un auto.

Ignore el grito y seguí caminando, esta vez saque el bolso de mi cabeza ya que de todas formas estaba empapándome.

-Bonnie, ¿Tanto te gusta la lluvia?

Me gire rápidamente, divise un auto negro, las ventanas estaban abajo, pero por la lluvia me costaba bastante poder ver quien era la persona que estaba en el interior.

-¿Quién eres?.-Me puse la mano como visera por sobre los ojos.

-Rick, ¿A caso ya me olvidaste?.

-Rick que bueno verte.-Corrí hasta su auto eh inmediatamente me subí.

Una vez dentro del auto me abroche el cinturón de seguridad y bese a Rick en la mejilla.

-¿Qué haces en la calle a esta hora?.-Me miró fijamente.

-Me gusta caminar en las tardes.-Enarque una ceja.-No soy maga como para saber que iba a llover.

-Bonnie para eso existen las noticias, avisaron hace dos días que hoy llovería.

-Eh estado ocupada.

Rick iba a contestarme cuando se escuchó un gran ruido justo detrás de nosotros. Un auto se estaciono a nuestras espaldas, se bajaron como cinco hombres con las caras tapadas y armas en sus manos.

-Sera mejor que te afirmes.-Rick puso la mano en el volante del auto.

En cuanto término de hablar el auto salió disparado avanzando por las calles, inmediatamente me aferre al cinturón de seguridad.

-Rick...Rick.-Él solo miraba la carretera mientras apretaba demasiado la mandíbula.-¡Maldición, Rick!, ¿Qué rayos está pasando?, ¿Quiénes son esos?

-Digamos que ellos no me quieren mucho, ¿Vale?.-Me miro por unos segundos.

-Está bien.-Resople, eh inmediatamente me rendí, sabía que si comenzaba a preguntar solo ganaría una discusión por ser ignorada.

Solo me dedique a mirar por la ventana durante bastante tiempo. Lo malo de mi es que soy demasiado impaciente y esperar me mata. Solo quería abrir mi boca para comenzar a preguntar. Me comencé a inquietar, jugaba con mis manos y tocaba todo lo que estaba a mi alcance.

-¿Puedes dejar de moverte?.-Dijo Rick frustrado.

-No, no puedo.-Me cruce de brazos.-¿Puedes tu decirme que rayos sucede?, ¿Dónde iremos?.