Capítulo número 14.

47 5 1
                                    

Los gritos retumbaban por todo el lugar, la muchedumbre estaba realmente cegadora ésta noche.

Los nervios y la emoción se encontraban finamente recorriendo cada una de mis venas; el alcalde estaba aquí. El gobernador estaba aquí.
Toda clase de personas importantes estaban aquí, incluso mis padres.

Desde que los noté aquí, supe que más allá de oportunidades que intento conseguir, era la perfecta ocasión para hacer que mis padres me prestaran por lo menos, un día y un poco, de atención, en sus ocupadas vidas.

Fue una excelente idea contratar maquilladores para hoy, no creo que mis manos logren siquiera hacer otra cosa que no sea sudar y tronarse los dedos entre sí.

Tenemos alrededor de tres entradas esta noche; una al principio: la apertura del espectáculo, uno intermedio: El receso del primer tiempo, y el último: Para sellar con broche de oro, si ganamos.

Confío plenamente en los jugadores Sparks, pero no puedo evitar sentir un poco de temor hacia el otro equipo; son buenos y juegan sucio.

Con unos últimos retoques a mi cabello, terminé la sesión de toqueteo por toda mi cabeza.
Las chicas estaban listas.
Empecé a repartir a cada una su material, del de los chicos de encargará el entrenador.

Nos reuní en un círculo como harían los jugadores en unos minutos, para aclarar cualquier duda y darnos ánimos entre sí.
Para cada uno de los presentes, es importante ésta presentación los representantes de las universidades más importantes de los Estados Unidos y Europa están acá.
Puede definir una excelente beca al extranjero, tours apremiantes, adelantos de semestres, en fin, millones de privilegios, que, presupuesto, queremos, y necesitamos.

Cada uno plasmó una brillante sonrisa en el rostro escondiendo cada signo de nervios y aparentando una seguridad invisible mientras íbamos por el túnel que nos da entrada al atanacio.

Al estar delante de los demás, fui la primera en sentir el bullicio y las luces cegando mi rostro. El público al observarnos aumentó sus gritos.
Corrimos al centro y nos ubicamos en nuestros puestos sin dejar de sonreír a la multitud.

Cuando los parlantes dispararon la música, nuestra señal fue anunciada; y nuestros pasos iniciados.

[...]

Unos minutos después, no sé cómo pero el público había aumentado, los ánimos de todos estaban por los cielos, los gritos, aplausos, me hacían no poder parar de sonreír.

Luego de terminar la coreografía, nos retiramos y cuando llegamos a camerinos por el cambio de ropa...

-¡HA SIDO ESPECTACULAR!

-¡INCREÍBLE!

-¡MARAVILLOSO!

Los chicos y chicas no dejaban de gritar, en un momento sentimental, nos felicitamos y abrazamos entre todos.
Creo que estamos perfectamente para el siguiente, pero ahora a ver el partido en zona VIP adaptado para nosotros.

Al partido haber comenzado, las chicas no podíamos parar de ver quién se veía mejor de los jugadores, y los chicos de criticar y/o alabarlos.

-Pero mira eso querida, Cassie...-Habló Marcie, una de las porristas de la zona intermedia mirando fijamente hacia el frente.- Tu hombre, chica.

Siguió con el dedo desde la mitad de la cancha hasta más adelante, todas se habían embobado viéndolo jugar, espera...

-Dijiste que es mío; no lo mires.- Todas giraron a verme y luego estallamos en miles de carcajadas.

Nos calmamos justo a tiempo para ver el magnífico gol de Edward, y cómo me buscó y me encontró para señalarme.
Espera, ¿hizo eso?, Oh Dios mío.

Creo que estoy hiper ventilando.

Nothing for now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora