Capítulo 42

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Tome un edredón que Lucía tenía doblado en un estante acompañado de toallas, el olor que había hacia gruñir mi estómago. Tenía una hambre tremenda, anoche no había cenado nada y gaste energía con Joseph, me ruborice y salí de la habitación tirando mi cabello hacia atrás. Joseph estaba en la cocina con su pantalón fino y el torso desnudo, no se dio cuenta de mi presencia, me senté en el taburete y espere a que lo hiciera. Estaba friendo algo, sonreí y lleve mis manos a la boca. Se movía con destreza y agilidad.
-Oh-Rio cuando se volteo y me vio ahí, dejó el sartén encima de un individual y dio la vuelta para besarme-Buenos dias
-Buen día, huele muy rico
-Es lo que te ha despertado?-Asentí volviendo a sonreir, en el sartén habían huevos revueltos con muchos vegetales.-Gastate mucha energía anoche
-Yo sola?-Enarque una ceja, rio esta vez más fuerte.
-Lucía ha llamado para saber como estas-Asenti. Estaba más que bien.
-Que te ha dicho?-Sacó los pan tostados poniéndolo en platos diferentes. Sirvió el huevo, y se dirigió a la nevera para sacar una jarra de jugó.
-Judith que se esta volviendo loca por saber con quien te fuiste de la fiesta-Me la imagino, gritando por toda la casa. Rei al imaginarme aquello y Joseph enarco una ceja.-Hmm...
-No preguntes-Hale un plato hacia donde mi colocándolo en frente para ya devorarlo. No se si estaba bueno, o era que mi apetito lo hacia parecer así pero me encanto todo lo que había preparado. Comimos en silencio, sin ninguna incomodidad. Me tocaba a mi hacer algo así que, tome ambos platos y los lave, también a las demas cosas que había ensuciado.-Ya tienes que ir a trabajar?
-Si-Miro el reloj de su muñeca y se acercó a mi-Adriana, no pongas esos ojos
-Cuales?
-No te voy a dejar, esto es apenas el comienzo-Bese su mano y acaricie su mejilla.-Ya lo verás
Me incline para besarlo lentamente, amaba a este hombre.
-Vamos a darnos una ducha para irnos-Moje mis labios sin apartar mi mirada, ya se que ducha nos íbamos a dar.
*****
Judith me había sentado en el mueble y por su cara seria, sabía de que me iba hablar. Joseph en cuanto me dejó, sd había ido al trabajo porque le había cogido la hora. Es que en la ducha nos tomamos más tiempo de lo debido, y... bueno, sonreí y deje de hacerlo en cuanto Judith tosió.
-Nunca habías hecho esto Camila...
-Lo se mamá, y por eso me disculpó-Baje mi cabeza pero la levante cuando reflexione, pedire perdón todas las veces que salga? Esta chica es grande!-Me disculpó mejor por la preocupación que te cause pero sabes que soy grande
-Ahora dices que eres grande...-Río y cruzó sus piernas indignada-Para mi no lo eres, siempre seras mi bebé
-Lo seré, sólo tuya, siempre tuya, pero debes darme mi espacio
-Pero si te lo doy!-Ladee la cabeza, me lo daba? Se lo daba a su hija?
-Mamá, sólo necesitó más espacio, no se si me comprenderás pero...
-Estas enamorada y ya te acostaste con ese chico-Enarco una ceja, me ruborice-Te conozco Camila, estas colorada, no dejas de mover las piernas, y tratas de mantenerte tranquila. Todavía te duele?
Oh Dios mío, que vergüenza! Ni mi madre se dio cuenta...
-No quiero hablar de ni vida íntima, por favor-Esto lo dije mirándome las uñas.
-Con quien fue? Se protegieron?-Asentí.-Nombre, vamos soy tu madre y quiero ser tu amiga también, sabes lo que dice que...
La interrumpí.
-Se lo que dicen, pero no hablaré de eso ahora-Me levante del mueble y ella también lo hizo.
-Pense que me tenías confianza...
-Y la tengo! Pero es que esto me resulta...-Trague fuerte. Le di un abrazo fuerte y subí a mi habitación. No se si le diría porque ni a mi verdadera madre se lo dije. Así que no era justo.
Lucía estaba acostada en medio de mi cama con sus piernas extendidas, rei ante aquella imagen. Antes de despertarla, me di una ducha y me puse una ropa cómoda. Deje mi cabello mojado suelto y me senté en la orilla de la cama moviéndola.
-Despierta-Dije. Se llevó las manos a su cara y se sentó para volverse a tirar.
-No...
-Tengo mucho que decirte-Abrio los ojos como platos y me agarró de la mano cuando vio que me iba a levantar.
-Soy todo oídos
-Que rápido te recompusiste-Rei y ella rodó los ojos.-Estamos mejor ahora, hicimos las paces ya te podrás imaginar como, y ahora estoy feliz como una lombriz
-Se que es así-Suspiro-Me alegra tanto saberlo, porque yo ayude para que se arreglaran
-Lo se-Le pegue en el hombro.
-¡Eso dolió!-Exclamó.
-Y no me dijiste nada, que amiga...
-Se arruinaría la sorpresa-Reimos y me atrajo más hacia ella para abrazarme-Te quiero mucho Adriana, te he tomado un aprecio...
-También te quiero mucho loquilla-Se separó de repente sin apartar sus manos de mis brazos.
-Ben se puso loco, entró a la casa cuando te fuiste y casi se pelea con otro chico por solo preguntarle por ti... Dijo que te fuiste con otro y que no se quedara asi-Tenia que hablar con el y ponerlo en su puesto, que se creia? Que era su novia?
-Es un idiota-Dije al recordar lo que me había hecho anoche.
-Lo es
-Y Hanna?-Miró a los lados y se comenzó a reir-Que paso?
-No vino conmigo anoche, se fue con el chico que bailaba-Volvio a reírse.-Era tan raro y posesivo
-Era el mismo con...-Asintio. Me contagio con su risa y nos tiramos en la cama.-Judith se dio cuenta de que, bueno, que su hija ya es una mujer
-Y se lo dijiste?
-No! No le dije nada, se dio cuenta-Me dio en la pierna y volvió a reirse.-Que verguena tenía, quería que le dijera con quien...
Judith abrió la puerta de golpe, sus ojos estaban rojos y llorosos. Me paso el teléfono temblando y dude en tomarlo.
-Si?-Lucía todavía miraba a Judith, y luego a mi. Trague fuerte
-Oh Camila, encontraron a mi hija muerta, quiero que por favor vengas urgente a mi casa
-Hanna muerta?!-Cerré el teléfono, Judith se desmoro en el piso y Lucía me agarro por los brazos para hacerme regresar.
Hanna muerta. Mi amiga. La mataron.

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