XIV

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La noche en que boto a Jay lloró. No como cuando su gato murió. Tampoco como cuando su abuelita sufrió un accidente. Era un sentimiento diferente y le asustaba que enamorarse sea lo que estaba sintiendo ahora. Era algo extraño porque sus amigas ya iban por el tercer chico en el año y ella el primero en su vida.

Luego vino a su mente una de las amigas de su mamá. Era una cuarentona, que no tenia esposo ni hijos. Seguía buscando a su hombre perfecto. Sintió esperanzas. No había edad para ser feliz. Mientras tanto una no necesita a un espécimen hombre para ser feliz. Pensó en su familia, amigos, ídolos, conocidos, ocurrencias de las personas que día a día le hacían bien, se sentía diferente.

Ella había madurado...

I'm a mess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora