II

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Lo vió a los ojos pero no sintió las mariposas de las que sus amigas hablaban, sólo sintió paz y mucha. Él estaba apurado, pero con esas heridas del demonio no se podía ni mover. Le dijo que había planeado encontrarse con sus amigos —o más bien dicho escaparse— pero fue plan fallido. Su padre estaba muy molesto al llegar a casa y más otro problema diciendo que su hijo ya no estaba, se le subieron los humos hasta el cielo. Llegó el momento de la despedida. Un abrazo de tiempo indefinido, se sentía genial como si encajaran perfectamente.

Ella quizo escribir una historia sobre lo pasado hoy, pero no tenía idea como comenzar. Se quedó dormida.

Por su parte él estaba contento de haber conocido a una chica tan buena en escuchar problemas, y agradecido por ser hija de una enfermera, sino se hubiera muerto con esas heridas. Decidió descansar para pensar mejor.

I'm a mess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora