Noche Interminable

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Esa tarde llegué a mi casa, el hambre había desaparecido por completo, sólo podía pensar en aquel momento donde se encontraron dos miradas que iba a ser el anuncio del comienzo de una gran aventura.
Al día siguiente no me costó despertar 🙆, pues simplemente no había dormido, pensando en lo primero que iba a hacer o decir cuando me volviese a encontrar con Enzo. Ese día demoré más que de costumbre para acicalarme por primera vez que dejé la primaria usé el cabello suelto y me heché un pequeño rubor en la mejillas, un grito me sacó del baño rápidamente, era mi abuela que con su voz aguardientosa me decía -baja reina que la movilidad te espera-, bajé lo más rápido que pude ya sentada en mi sitio de siempre en la movilidad sólo esperaba el momento de llegar al colegio (como nunca solía pasar). Hasta qué por fin la movilidad paró, se abrió la puerta corrediza y bajamos todos. Apunto de entrar tuve la misma sensación de electricidad atravesando mi cuerpo de la ves pasada, lo cual tuve que superar ya que las monjas encargadas de la disciplina nos hacían pasar raudamente.
A los minutos de estar ahí sonó el timbre, lo cual era indicador inconfundible que teníamos que formar .
Pero está ves las encargadas de disciplina no eran las monjas sino, sino... los brigadieres de 5to, y como ya se deben estar imaginando Enzo iba a vigilar.
Ohh noo 🙈. El cual vestía un uniforme totalmente inmaculado y un peinado que apesar de estar desordenado lucia como un rebelde 😜😂...
Comenzó a pasar lista 😳 por la fila una por una, hasta que se puso a mi lado susurrándome al oído ¿te acuerdas que me debes una?, sus palabras en mi oído me pusieron la piel de gallina 😖 sólo lo miré de reojo y le dije no es el momento, a lo que él me dijo es ahora o nunca... No me quedó de otra que decirle - bueno habla de una vez -
A lo que Enzo respondió hoy te fugas conmigo. 😳

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