PARTE 31 EL CASTILLO DE DANIELA

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  • Dedicado a Jesús Hernandez
                                    

Joana, controlaba su furia, no quería que se notara su enfado y desprecio por los hechiceros.

Tenían que negociar y ellos eran muy hábiles en usar la debilidad y los sentimiento.

Habían estado practicando sobre eso los 2 días que estuvieron esperando noticias de ellos para cruzar al castillo.

A Joana le partía el corazón ver a Jak con ese sueño profundo, sin poder despertar.

La Joana más joven pensaba lo mismo que la más mayor.

Tenían que ser precavidos.

Daniela junto con Noa observaban a los visitantes.

Intentaban ver sus sufrimientos pero parecían que lo ocultaban.

Eso las fastidiaban pues se alimentaban de ello.

Daniela pensó que tendría que profundizar en cada uno de ellos y encontrar alguna debilidad.

Ádan fue quien se pronunció.

-Nos gustaría poder hablar con el.

-Eso no es posible, de momento se queda así.

-Tu misma nos has dicho que no podríamos salir del castillo hasta cerrar un trato, tu magia nos impide salir.

Podrías despertarlo, no vamos a irnos.

-Lo siento pero no, de momento se queda dormido.

No quiero que interfiera en vuestras decisiones.

No insistáis mas!

Ádan vio que no iba a cambiar de decisión e intento otra táctica.

-Y despertarlo, unos minutos, saber que esta bien, hablar unos segundos con el.....

-No!

El esta bien!

Esta en un mundo de sueños, nada le ocurre.

Marcus que no había hablado hasta ese momento quiso saber.

-Que es lo que sueña?

Es algo que lo haga sufrir?

Daniela sonrió, con cara de satisfacción.

-Sus sueños están en este castillo, siempre va acompañado de algunos hechiceros que lo guían en su sueño, pasea libremente por dentro y fuera del castillo, sólo que no puede despertar y no puede soñar con nada ni nadie, esta atrapado en un sueño que e creado.

-Se acabo la visita de Jak, ya habéis visto que esta bien.

Acompañarme!

Salieron de la habitación, los guardianes seguían custodiando la puerta, los guió bajando las escaleras a una estancia muy grande y lujosa.

Allí habían muchos de ellos.

No les gustaba las sensaciones que transmitían los hechiceros.

Se les erizaba la piel.

Juan fue quien hablo esta vez.

-Queremos saber quien es el dueño del castillo, quien es el que manda sobre todos vosotros.

Daniela soltó una gran carcajada.

Eso le había hecho mucha gracia.

-Soy yo querido!

La dueña de este castillo!

Todos siguen mis órdenes.

Porque preguntas?

No hay siglos que nos separen,siempre juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora