He vuelto...

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Ya estoy aquí.
Bajando del maldito avión, que voló por 6 horas de regreso a México.
Por fin veré a mi familia.
Después de tantas cosas, la misión, accidentes y que casi me matan.
Ya estoy pisando nuevamente la tierra que me vio crecer.
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Pov Alejandro

Alejandro: Te estoy siendo sincero, Rudy. Cuando la vea te aseguro que me voy a mear encima. -dijo tronándose los dedos del nerviosismo-

Rodolfo: Deja de ser tan exagerado, solamente pasaron dos años en esa misión. -lo miro con seriedad-

Alejandro: Ya te veré, culero. Cuando chilles no vengas a abrazarme. -le da un empujón fuerte-

Estaba esperando a T/N, no podía verla desde donde estaba, pero si podía ver el avión militar que había defendido hace unos minutos.

Podía ver una pequeña bolita desde lejos, pero no sabía que era ella. Ni siquiera podía verle la forma de mujer.

¿Será ella? O ¿Tendrá pipi esa mamada?

Rodolfo: Esa no puede ser...¿verdad? -cuestionó, mientras que se acercaba-

Alejandro: Vente pa' ca, pendejo de mierda. -lo jaló hacía el por el suéter- No ves que te estripa un avioncito y vas a ver que te quedas bien mamalon.

Rodolfo: Echa pa' ya -se apartó con un empujón-

Pov T/N
Ya sabía que eran ellos, se podía escuchar como peleaban los hijos de su puta madre.

T/N: Oigan, culeros. No vine pa' escucharlos pelear... -dijo cruzando sus brazos-

Alejandro: ¡¿T/N?! -gritó con tono sorprendido-

T/N: No, soy tu abuela... -dijo molesta-

Rodolfo: Ach, pero que boca. -le dijo con un tono burlón-

Me acerque a ellos, para darles un abrazo. Definitivamente los extrañaba demasiado, sus bromas y sus estupideces me hacían falta.

Alejandro: Tardaste mucho, pendejita. -le dio un golpe suave en su cabeza-

T/N: ¡Ay! Oye, no es mi problema que la misión se haya complicado tanto.

Alejandro: Ay no me vengas a chillar, tampoco es que te di fuerte.

Lo mire de arriba para abajo, haciendo una pose de indignación. Aun que después de unos segundos, los tres nos reímos.

Rodolfo: ¡Vamos a comer! Tengo un pinche hambre que ni mama coco me la cura.

Solté una risa fuerte al escucharlo, por fin estoy en mi casa. No con esos italianos de verga que a cada rato me andan tirando los perros.

Empezamos a caminar hacía la salida del Aeropuerto. Mientras caminaba, Alejandro puso su mano sobre mi hombro y le dio un pequeño beso sobre la cabeza.

Alejandro: Te extrañe, T/N. Todos en realidad...

T/N: Yo también, Alejandro. No sabes como sufrí en esos dos años que no pudimos vernos.

Soap X TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora