Al despertar

Prologo

Todo da vueltas, el cielo parecería no tener fin alguno, me causa gracia, por que creo que la que se me mueve soy yo. Comienzo a reír como una niña, me siento sin preocupaciones, y caigo al suelo.

-Oye ¿que te pasa?, camina que tienes que irte a casa- esa era Eimi ayudándome o mas bien cargándome para llegar a mi auto.

-shhhhhh- me llevo el dedo a los labios, para hacer énfasis en la "h" y continuo diciendo- toduos nos estasmuos divertendooo, no seas agua fiestas Eimi- volteo a verla y observo su blanco y fino ceño fruncido, decido imitarla.

-No, no es así, hace una hora que la fiesta acabo y tu sigues pidiendo mas licor y gritando como loca ¡QUIERO SEXO SALVAJE!- me deja a un lado y agita los brazos levantando la voz, lo cual es como un martillo para mis tímpanos.

-Menos mal que llegue a tiempo, si no ese tipo hubiera abusado de ti.- Levanta la vista hacia mi, se aclara la garganta y continua exclamando- ¡MALDITA SEA ES QUE ACASO TU TE HAS VUELTO LOCA!- Por alguna razón que desconozco, sus gritos pasaron de atormentarme a causarme gracia, lo cual me hace soltar una pequeña risita, casi inaudible o al menos para mi, a ella no le parece gracioso así que suelta un enorme gruñido.

-No se que haré contigo, creo que me volverás loca algún día, vamos- me agarra por las axilas para mantenerme en equilibrio y caminamos de nuevo hacia el auto.

-¡QUE SI JODER!- golpeo el volante, miro hacia el frente y empiezo a elevar un poco mas la voz-¡AUN SE COMO SE MANEJA UN ESTÚPIDO AUTO, NO SOY ESTÚPIDA EIMI!- volteo a verla y me parece que sus ojos se cristalizaron un poco, a comparación de mi, ella continua con la voz tan serena como siempre.

-Esta bien, ten cuidado, te quiero, no quiero que algo malo te pase- sus palabras me tomaron de sorpresa asi que me burle de ella y no le conteste, arranque a toda velocidad para llegar mas pronto a casa.

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No puedo distinguir lo que se escucha a lo lejos, tal ves sean sirenas de ambulancia, muchas voces, pasos que vienen y van, o tal ves todo lo este imaginando.

Escucho gritos de paramedicos pidiendo ayuda, llantos de personas no muy lejos de mi, entre todo eso, solo me llama la atención una solo voz, angelical como el mismísimo cielo, la voz mas hermosa que jamas antes se conociera en todo el planeta tierra, la voz que me desgarra el alma cuando se quiebra, pero en ese momento era diferente, se escuchaba llena de desesperación y dolor, mi madre esta llorando, no puedo hacer nada al respecto, no puedo reaccionar e ir corriendo hasta ella para consolarla y así poder acunarla como ella haría con migo. No se que pasa todo es blanco o tal ves es negro, no logro distinguir nada, me siento perdida y eso me aterra.

No se que demonio este pasando, mucho menos se donde estoy. Froto mis ojos y todo es tan blanco, tan blanco que los ojos arden, tan blanco que se vuelve cegador, camino a donde quiera que mis pies decidan, un zumbido ensordecedor llega hacia mi como una ola, todo se torna negro.