Capitulo 21

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Y ya es lunes otra vez, el dia mas detestado por la mayoria de los estudiantes, trabajadores, niños, niñas, sacerdotes, doctores, bomberos, bebes... por todo mundo.

Despues de un domingo aburrido lento y bien descansado estaba de regreso en la calle.

Por alguna desconocida razon Eimi se entero de todo lo sucedido, asi que toda la tarde y toda la noche del domingo estubo llamandome, lo juro tenia serca de 200 llamadas, 100 de ella, 50 de Joss y 50 de Derek, despues de todo lo sucedido lo unico que queria era descansar y no pensar en otra cosa mas que en dormir y comer.

Hacia frio y estaba oscuro, sola en la parada del camion.

Ultimamente estaba paranoica, a cualquier hora me venian ideas a la mente aterradoras, por ejemplo, talves en este presiso momento un tipo con mascara y una sudadera negra aparesca de la nada, trate de atacarme y robarme, no perderia mucho ya que solo cargo boletos del transporte publico, hablando de eso en la esquina venia el esperado.

Subo las escaleras y pago. Camino lentamente, agarrandome de los asientos para no caer, hasta atras un tipo como lo describi anteriormente solo que en vez de la mascara trae una gorra, esta sentado hasta atras, me entra el miedo asi que regreso un poco y me siento en la fila de amedias.

Mi respiracion es agitada, somos los unicos en el transporte, escucho pasos acercandose, el corazon me va a mil, parece que tengo taquicardia.

Los pasos se detienen justo detras de mi y toma asiento a mis espaldas.

Me levanto rapida pero temblorosamente, unas manos me detienen, acto seguido, grito freneticamente, manoteo y salto para safarme del agarre, miro al chofer y no hace nada solo sige manejando como si no sucediera nada.

Talvez son dos maniaticos, me llevaran a un bosque alejado en exceso de la ciudad y me destazaran para despues hechar mis restos a los tiburones, gozando asi de mi sangre caliente, comiendola acompañada de cereal.

Lo ven estoy toda psicotica.

Risa, se escuchan risas, el miedo hace que mi oido falle un poco, talves este delirando, talvez ya este muerta.

Okay creo que exagere.

Dejo de gritar y volteo para mirar quien me esta deteniendo.

Esa pulcera yo la conosco.

Esa risa.

Demonios.

Estupido.

Le tiro la gorra y dejo al descubierto su rostro.

-Eres un idiota- grito con frenesi, si pudiera lo golpearia en las bolas con todas mis fuerzas.- ¿en que demonion estabas pensando? Casi me probocas un infarto.

Resoplo y tomo aciento de nuevo.

-Tranquila nena.- se recorre un aciento y palmea el otro, invitandome a centar a su lado.

Lo odio en este presiso momento.

-¿Enserio me dices que me tranquilice?.-me siento a su lado y me llevo una mano al pecho, tratando de regularisar la respiracion,

-Si, eso mero, ¿donde diablos te metiste?, no contestas ni llamadas ni mensajes, no abres la puerta.-me sacude los hombros.

-No te agas el tonto, apuesto que ya sabes todo, tu y Eimi.- le apunto con el dedo indice.

-Solo una parte, pero aun asi quiero saber que es cierto y que es mentira.

-¿Sabes? No quiero hablar de eso por haora.

-Esta bien nena, respetare tu silencio, ya sabes que puedes desaogarte con migo.- besa mi frente y yo lo abrazo, aveces creo que el es el hermano que nunca tube o el que perdi.

Al despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora