My simple life? [PAUSADA]

CAPÍTULO 1

Me despierto con la alarma de mi móvil, suena Beautiful Now, amo esa canción.
Ya se habían acabado las vacaciones de verano, por desgracia y hoy empiezo el instituto, cuarto de la ESO.

Son las 06:45 de la mañana, me levanto y me visto. Me decido por ponerme unos shorts negros, una camiseta de tirantes blanca y por encima una camisa de cuadros rojos desabrochada.
Me puse unos calcetines bajos blancos y me puse mis All Star blancas, me encantaban.

Fuí al baño a lavarme la cara y a peinarme, me hice una trenza hacia la derecha, así es como me gustaban a mi.

Me dirigí hacia la cocina, cojo un bol para mis cereales Special K.
También cojo una cuchara, una pajita y una servilleta y me las llebo a la mesa.
Regreso a la cocina y me pongo la leche fría en el bol y me lo llebo al comedor.

Mientras desayuno enciendo el móvil y veo un WhatsApp de mi mejor amiga, Cristina:

-¿Preparada para el ultimo año en la ESO?

-¡Claro que si!- le respondo yo.

Acabo de desayunar y me voy al baño. Me lavo los dientes y me pongo un poco de brillo de labios, también me hago la linia de a bajo del ojo muy fina, eso hace que el color de mis ojos resalte más.

Me voy a mi habitación, miro el reloj, son las 7:30, aún faltan 10 minutos para que me pasen a buscar y empezar a subir al instituto.

Entonces me pongo a leer un rato ya que ya tengo mi mochila preparada para el primer día, no llebo mucha cosa, solo un estuche, una libreta para tomar algunos apuntes si es necesário y la agenda.

De repente empieza a sonar mi móvil con la canción de Walk, de Kwabs, me gusta mucho esa canción, era Cristina, descuelgo y sin poder decir nada la oigo chillando.

-¡Aina! ¿¡Quieres hacer el favor de bajar!? ¡Mira que hora es! Llebo 5 minutos esperándote, baja ahora mismo o me voy.

-Mira que eres exagerada Cris. Aun faltan 15 minutos para empezar las clases. Tranquila. Ahora bajo.

Seguidamente cuelgo la llamada, pongo el punto de libro por la pagina en que me había quedado y cojo mi mochila.
Me despido de mis padres y llamo al ascensor, vivo en el 4to piso, así que no voy a bajar por las escaleras ni loca.

Salgo del ascensor y veo a Cristina sentada en mi portal bastante enfadada -La que me espera.- digo para mis adentros.
Abro la puerta y enseguida me disculpo. Parece que se lo ha tomado bien.

-Llegamos.- dice Cristina mirando al frente.

Fuimos hasta una esquina donde allí nos esperaba nuestra amiga Lara. Fuí corriendo hacia ella, cuando me vió, tiró su mochila al suelo, yo hice lo mismo y salté encima de sus brazos abrazándola muy fuerte.
Las dos empezamos a gritar, Lara me dijo:

-Hola cariño.

-Hola mi amor.- le contesté yo.

Este era nuestro "rollo". Todo empezó en segundo de la ESO, fué cuando la conocí, gracias a mi amiga de la infancia Ainhoa.

Nos hicimos muy amigas, y como yo pesaba muy poco, me cojia en brazos levantándome como si fuera una novia y siempre decía -Nos casamos en Mayo.- y desde entonces empezamos a hacer bromas sobre eso, decíamos que estábamos prometidas.
Lo decíamos como que estaríamos prometidas hasta que llegara un tío bueno y nos fuéramos con él. Obviamente, eso no había pasado aún, aunque yo tuve novio durante un tiempo, pero la cosa no funcionó bien y quedamos como amigos.
Eso sí, las dos teníamos el mismo amor platónico, Dylan O'Brien, Lara siempre me decía -A ver Aina, dicen que tenemos siete personas idénticas a nosotros por todo el mundo, ¡pues vamos a buscar las suyas!- y empezábamos a reír.

Mientras charlabamos, Ainhoa llegó con el coche. Fué sigilosamente por detrás de Lara para tirarle del pelo como hacia siempre, pero cuando llegó, Lara se giró y le dió un fuerte abrazo, a Ainhoa no le gusta que le abracen y soltó de inmediato:

-¡Lara, sueltame, no puedo respirar!

-Aix que mona. Eres tan achuchable...- le respondió Lara.

-Vamos cariño, sueltala, que también es mi hija y ahora me toca mi.- dije riéndome.

-¡No por favor!- dijo Ainhoa -¡Odio los abrazos! ¡No quiero!- dijo haciendo un puchero.

Estaba tan mona que no lo pude evitar y la abracé.

-Sabes que yo no los doy fuertes.- le dije.

Nos separamos y seguimos hablando hasta que sonó el timbre.