Compromiso arreglado (USUK)

Parte 6

Había pasado un mes desde que la relación de amistad entre Alfred y Arthur iba de viento en popa. No había un día en que no salieran a pasear, comprar o ver películas de terror.
Arthur nunca antes se había sentido tan feliz, amaba estar con Alfred y cada vez que esté lo tocaba su corazón latía a mil. Pensaba que todavía no era la hora de aceptarle; pero su corazón le decía constantemente que sí, y su mente le repetía de igual modo que esto sólo era un acuerdo para aprovecharse de su poder. Era una lucha entre la razón y sus pensamientos. Hace poco tiempo que su jefe le había llamado. Recordaba cada palabra.
"- Como te va con América?
- Bien.
- No estas sintiendo nada por él, no?
- Por supuesto que no, es sólo un acuerdo.
- Me alegra que lo recuerdes. Porque tengo fabulosos planea en mentes. Quiero pedirle un pequeñísimo favor a su jefe. Quiero que me haga dueño de sus empresas más importantes, por supuesto debo convencerlo poco a poco; por eso debes primero convencer a tu amado esposo.
- Eso es imposible! Se daría cuenta de inmediato!
- Oh vamos! Te hará caso si se lo pides.
- Pero de todas maneras su jefe no cederá.
- Le haré firmar unos documentos donde esté de manera indirecta que si él me da la potestad de sus empresas, él dejará de ser su dueños. Y será solamente mía!"
Por eso tenía miedo de que Alfred pensara que sólo le aceptaba para aprovecharse de él. Porque tarde o temprano sus jefes afirmarían esto.

- Aaaarrthuuurr! Vámonos que se nos va a hacer tardeee!
- Ya bajo!.- decía Arthur mientras bajaba rápidamente los escalones para dirigirse a la salida. Habían planeado ir al cine a ver alguna película de terror.
Iban platicando sobre temas que tenían en común, se habían vuelto muy buenos amigos y ambos querían dar el siguiente paso pero por supuesto, ninguno lo sabía.

- Me da dos boletos para "Noche en el infierno".- dijo alegremente Alfred.
- Bien.- dijo la señorita de la boletería mientras le entregaba dos boletos.

- Oh miren a quienes tenemos aquí!!.- exclamó sorprendido Francis, que venía acompañado de Mathew, este estaba tomado del brazo del francés.- la pareja recién casada! Jajaja!
- Ya Francis, déjalos en paz.- insistía Mathew, era muy notorio que el ambiente se estaba poniendo tenso.
- No te preocupes, ellos se aman tanto como para hacer publica su relación.
Arthur tenía muchas ganas de insultar al francés, pero por respeto ante todos los presentes, se abstuvo a ello.
- Parece que ustedes van a ver la misma película que nosotros.- dijo Mathew al ver los boletos que tenía Alfred en la mano.- por qué no nos sentamos juntos?
- Es una excelente idea mi amour!!.- dijo muy feliz Francis mientras besaba a su novio.

Acordaron sentarse en la misma fila: Alfred, Arthur, Francis y Mathew; ese era el orden en el que se encontraban. Arthur agradeció ser el único que se incomodaba, Alfred y Mathew no sabían la historia que tuvo con Francis, y hubiera deseado poder olvidar aquello.
De repente algo inesperado ocurrió, sintió una mano acariciandole el muslo, era la mano de Francis. Lentamente la apartó, cuidadoso de que América no se diera cuenta. "Fuck life" pensaba, pero nuevamente aquella mano volvía a invadir su cuerpo, ahora se dirigía a su trasero. No pudo evitar soltar un gemido.
- Arthur estás bien?.- preguntó Alfred.
- Si, no te preocupes, creo que iba a vomitar.
- Estas seguro de que estas bien?
- Sabes qué, mejor voy al baño.
De camino al baño empezó a soltar todas las groserías que había estado reprimiendo durante el día. Se lavó el rostro con la esperanza de que todo esto fuera un mal sueño pero cuando abrió los ojos se dio cuenta de que esto era la realidad, una horrible y cruel realidad.
- Arthur, acaso planeabas "liberar tu tensión" en el baño. Por qué mejor no te ayudo?.- decía Francis mientras se acercaba lentamente al inglés.- Voy a hacer que llegues al cielo. Haré que te olvides del idiota americano que tienes como esposo.
- Por Dios Francis, no puedes tener más respetó por Mathew?
- Mathew? Él es sólo una de mis tantas perras.
- Qué?.- no pudo decir más, sus labios estaban siendo invadidos por los del francés. Las lágrimas le nublaban la visión, pero no lo suficiente como para ver a Alfred en la puerta, mirándolos. Apartó como pudo a Francis.- Alfred!
- Perdón, no quería interrumpir, pero estaba muy preocupado por ti, pero veo que ahora estás en buen compañía.- dijo mientras volvía a la sala del cine, Arthur pudo notar la ira en su voz. No sabía como iba a arreglar esto.
- Maldita sea Francis! Déjame en paz!