Sola en casa

30 1 0
                                    

Al día siguiente, me desperté con una sonrisa, tenía esperanzas de que hoy iba a ser un gran día.
Estuve en mi habitación escuchando música clásica y leyendo " Ciudades de papel " de Jonh Green, estaba "casi" acabando el libro, cuando alguien tocó al timbre y fue entonces cuando al salir de mi habitación vi a mis padres cerrando un par de maletas y me pregunte donde se irían pero solo se me ocurrió ver quien había tocado al timbre, así que cogí el telefonillo y pregunté quién era, un taxi, era un taxi.
- ¿ Donde vais ? - pregunté frustrada por que no me contaran nada, ni siquiera me contestaron - era un taxi.
- Cariño vamos, que perdemos el avión - le dijo mi padre a mi madre pasando de mi
- Venga vámonos - le respondió
Cogieron las maletas y se acertaron a mi dándome un abrazo y un beso.
- Nos tenemos que ir por ciertas razones que ya te diremos dentro de una semana, que es cuando volveremos, Adiós. - me dijo mi padre
- Te hemos dejado dinero en tu habitación para que te compres comida ya hecha si no te apetece cocinar. - me dijo mi madre
Eh... Vale. - dije asumiendo mucha información.
Se fueron. No me dio tiempo ni de decirles adiós. Estaba algo preocupada por que nunca se han ido así sin más, sin decirme el por que de su ida, pero miraba el lado positivo una semana sola en casa.
Lo primero que hice fue pedir un poco de sushi y luego seguí leyendo. Justo cuando acabé el libro tocaron al timbre, había llegado el sushi, así que ya era hora de comer. Yo no soy de televisión así que encendí mi ordenador y busque los vídeos de Aaron en YouTube y eso fui lo que vi mientras comía, acabando de comer sonó el timbre esta vez el de arriba, ya os podíais imaginar quien era. Abrí la puerta y ahí estaba Aaron solo con unos calzoncillos de Calvin Klein y una botella de cerveza en la mano, así que le entré en casa corriendo.
- ¿ Como se te ocurre pasearte así por los rellanos ? Te podría ver algún vecino -  le dije
- ¿ Te apetece jugar ? - dijo él completamente borracho
- ¿ Que dices ? - decía mientras pasaba su brazo por mi hombro acompañándole hacia el sofá para que se tumbara
- Monopoli, Trivial ... - decía el
- Hombre yo pensaba en otro tipo de juegos - dije con una voz juguetona
- Juguemos a lo que quieras - me dijo el con una voz seductora
- Juguemos a descansar, necesitas dormir
- No. Te necesito a ti.
No dije nada después de esa conversación tan extraña, le traje una almohada y le puse el aire acondicionado y al poco tiempo se durmió.
Nunca le había visto borracho, ni quería volverlo a ver.

Buscando a mi príncipe azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora