Un Año de Mentiras

Comienzo: Mundo Color de Rosa

     Después de cuatro años de relación, una cruel infidelidad y un tormentoso rompimiento yo, Helena, estaba lista para rehacer mi vida con él... El hombre que yo consideraba era el amor de mi vida, por el que deje todo lo que tenía en cuanto a amor y amistad se refiere... ¿Su nombre?... Es Adam... Y su amor me mostró un mundo color de rosa.

     A los dos meses de haber roto mi relación con mi antigua pareja Blake, decidí entrar en una nueva relación con mi amor Adam... ¿Por qué tan pronto? ¿Por qué no esperar más para conocer a Adam? Pues... Ya no necesitaba conocerlo porque ya lo conocía... O al menos eso creía yo... La verdad es que él fue el hombre con quien yo le fui infiel a mi ex-pareja.

     Mi antigua relación entró en la monotonía y yo busqué un escape a esa rutina... Es cierto, tal vez mi decisión de tomar ese escape no fue la correcta, sobretodo porque Blake no se lo merecía pero en mi egoísmo solo pensé en escaparme y hacer locuras sin pensar en las consecuencias que eso conllevaría. En ese escape conocí un lado más sensible e indefenso de Adam, quien era un recién llegado a nuestro grupo social y que llegó con aires de grandeza y egocentrismo.

     Siempre me pareció muy pedante y presumido incluso cuando ni siquiera tenía motivos para serlo, era realmente irritante. Pero detrás de esa careta se escondía una persona que quería hacer amigos más sin embargo no sabía cómo, ese lado de él nadie lo conoció... Nadie... Sólo yo, y por esta razón me fui acercando más a él. Es cierto que en primera nuestra atracción fue netamente física pero con el tiempo, poco a poco se fue ganando mi corazón, a tal punto que me hizo renunciar a todo por él, a todo... Incluso a la amistad tan grande que teníamos mi amiga Ruby y yo, quien... Más adelante les contaré sobre eso...

     Él quería iniciar la relación de una vez, sin esperar pero yo, por consideración hacia Blake, o al menos eso creí, le pedí tiempo para acostumbrarme a la idea de no estar más con Blake porque, aunque hayamos terminado mal, fueron ¡cuatro años!, cuatro años juntos compartiendo todo, eso es algo que no se supera de la noche a la mañana, él me entendió pero me suplicó que no tardara puesto que estaba desesperado por ser mi pareja y así lo acordamos.

     Yo quería esperar como mínimo 6 meses pero su insistencia fue tanta que a los dos meses ya éramos pareja. Desde ahí empezó una relación muy bella pero a la vez muy conflictiva, más que nada por las personas que nos rodeaban. Mi familia prejuiciosa no estaba de acuerdo en que iniciara una relación tan pronto y menos con el hombre con quien fui infiel, decían que no sería bien visto. Mis antiguos amigos me dieron la espalda y empezaron a hablar pestes de mi por todos lados, eso realmente me afectó porque yo di muchas cosas por ellos, siempre los defendí de cualquiera que hablara mal de ellos incluso de mi familia, siempre estuve allí para cuando necesitaban un consejo o simplemente un abrazo como una madre a sus hijos, y ellos me pagaron de esa manera, realmente algo despreciable.

     Lo más doloroso para mí, incluso más que mi rompimiento con Blake, fue perder a Ruby quien estaba enamorada de Adam. Ella le dio lo más sagrado que tenía, se entregó a él en cuerpo y alma... Yo lo sabía y aun así se lo arrebate, algo que ella jamás me perdonaría, ya que no sería la primera vez que ella pierde el amor por culpa de una amiga... Admito que es mi culpa haberla perdido pero ¿Qué podía hacer? Yo no puedo elegir de quien enamorarme. Yo decidí ignorarlos a todos completamente y seguir lo que dictaba mi corazón... Que gran error fue...

     Las primeras semanas fueron maravillosas, llenas de mucho amor y sexo, sexo muy intenso. En nuestra primera salida oficial como pareja fuimos a un centro comercial que queda a las orillas de un lago, un lugar al que a veces iba con mis antiguos amigos y mi ex-pareja, allí nos divertimos mucho. En una de las grandes rocas que estaban en la orilla, escribimos nuestros nombres profesándole nuestro amor al mundo entero, era realmente cursi pero nos amábamos.