_____'s Point of View:
¿Me estaba volviendo remotamente loca o Jai me contestó que me quería?
Hice una pausa, lamiendo mis labios. -¿Qué acabas de decir?- Susurré.
El sonrió suavemente, pasando sus dedos por mi cabello. -Dije que te quiero también."-
No podía dejar de imitar su sonrisa.
Todo en mi vida acaba de tomar un giro para mejor y me sentía como un gran peso había sido levantado de mis hombros.
Durante un tiempo sentí este tirón hacia Jai en el que nunca pude poner mi dedo. No sabía que era pero algo en mi me señalaba en dirección del amor. No me escuché a mi misma sin embargo. Supongo que era demasiado cabezota para escucharme.
-Sabes- Jai entrelazó sus dedos con los míos.
Miré hacia arriba, mis dedos bloqueándose con los suyos.
-Nunca pensé que esto pasaría. Después de toda la mier*da que paso con Jen, estaba seguro que todo en mi vida estaba estancado. Que me preocuparía solo de mi mismo. No tenía que preocuparme de alguna pu*ta o del hecho de estar en una relación...-
Fruncí el ceño un poco ante sus palabras.
La ultima cosa que quería era que el se sintiera atado o que estaba en una relación forzada.
Al percatarse de esto, Jai apretó mi mano. -Pero entonces llegaste tu y me enseñaste porque me tengo que abrir de nuevo y estoy contento de hacerlo. Me diste un propósito. No se trata solo de los chicos, tengo a alguien en mi vida por la que vale la pena vivir.-
Me mordí el labio, sintiendo mis mejillas calentarse casi al instante, sus palabras dieron en el blanco.
-Pero, tienes que saber- Se apoyó en su codo, mirándome solemne y a la vez serio. -Ahora que estas en una relación conmigo, las cosas serán diferentes a partir de ahora..-
Apreté mis labios. -¿Qué quieres decir?-
-Quiero decir que mi vida no es necesariamente segura como puedes saber. Tengo enemigos que harán todo para derribarme a mi y a los chicos, incluso si eso significa ir tras la gente que quiero.-
Tragué saliva, cambiando la mirada hacia otra parte.
-Si piensas que lo que Zac te hizo fue malo, todavía no has visto lo peor.-
Me removí en la cama, sin saber que decir.
-Hey- El paso su pulgar por mi barbilla suavemente. -No voy a dejar que nada te pase. ¿De acuerdo?-
Lo miré a sus ojos antes de asentir con mi cabeza.
Yo se que el me mantendría a salvo. El lo ha hecho antes demasiadas veces, tengo más que suficiente fe y confianza en él.
-A pesar de mi estilo de vida peligroso, te quiero y haré cualquier cosa para protegerte. Eres parte de mi vida ahora lo que significa que estas bajo mi protección. Los chicos te protegerán también. No dejarán tampoco que nadie te haga daño.-
Sonreí suavemente.
-Pero también tienes que saber que estar en una relación conmigo significa también que hay cosas que no puedes saber. Negocios.-
Asentí con la cabeza. -Entiendo.-
-Así que cuando te diga que te vayas de la habitación, te marchas. ¿Vale?-
Asentí con la cabeza una vez más. -Entendido.-
-Y cuando estés en la misma habitación que nosotros, no hagas preguntas ni digas una sola palabra sobre lo que has visto, lo que incluye decirle algo a Carly.-
Hice una seña con mis dedos sobre mis labios en señal de que estaban cerrados y había tirado la llave lejos.
Jai rió, inclinándose y besando mis labios suavemente. -Eres tan linda.-
Fingí una tos, dándole una mirada severa.
El puso las manos en alto. -Quiero decir, sexy, lo siento.- Bromeó antes de capturar mis labios en un beso una vez más.
Le alejé. -Ojo, ojo, capitán.- Le dirigí refiriéndome de nuevo a sus órdenes sobre lo que debería y no debería de hacer.
El dejó escapar una risa con todo corazón. -Qué haría yo sin ti, ¿eh?-
-No lo se.- Me encogí de hombros. -Pero puedo decirte una cosa...- Sonreí. -Tendrías un maldita vida aburrida.-
-En eso tienes razón.- El se rió entre dientes, tirando de mí hacia sus brazos.
Suspiré contenta. Todo en mi vida era perfecto por fin... al menos, es su mayor parte lo es. Todavía tenía un problema más del que ocuparme.
-Jai?-
-Hm?-
-¿Qué hora es?
Sus ojos se abrieron mucho. -Mier*da- El gruñó, sacando su teléfono. Dejó escapar un suspiro de alivio. -Oh, gracias a Dios. Son solo las once y media. Te perdiste la mitad de tu clase de inglés.- El frunció el ceño. -Lo siento. Se que te dije que te llevaría de vuelta a la hora de que el almuerzo hubiera terminado—
-Esta bien- Sacudí mi mano con desdén. -No es que tu supieras que tu coche estaría conectado con explosivos.-
El sonrió débilmente.
-Por mucho que odie que esta sesión de caricias se termine- Me senté. -Tiene que terminar.-
Gimiendo, Jai lanzó sus brazos por encima de sus ojos, presionándose a sí mismo, por lo que ahora estaba tumbado sobre su espalda. -No quiero.- El se quejó infantilmente. Me reí, empujando su hombro ligeramente.