Entre un incómodo duelo entre mi cuerpo y consciencia entre querer despertar y permanecer inconsciente, una ola de voces resonaban sobre mis oídos, casi como susurros.
Cuando en un pobre intento de abrirlos completamente se convirtió en un entrecierro de estos, las voces y las figuras frente a mí se hicieron levemente visibles.—Señorita Green —Anunció un hombre de traje, a su lado una mujer bien vestida, demasiado joven, unos 18 años tal vez.
El hombre vuelve a dirigirme la palabra, impaciente:
—Señorita Green...usted viene con nosotros —Informó imponente mientras sostenía una placa dorada. —Tiene derecho a guardar silencio.
—¿Quiénes son ustedes? —Sin previo aviso, levanté la mitad de mi cuerpo de la camilla, olvidando por un instante el dolor en este, totalmente te alarmada ante cualquier cosa que pudieran hacerme. El mismo dolor agudo de antes comenzó a recorrer todo mi brazo, el cual estaba cubierto con una gran venda. Aquella larga punzada logró que me incorporara y me dejara caer de nuevo en la camilla.
—Tranquila, no planeamos lastimarla... —Soltó la joven de cabello rebelde, que al parecer era asistente del oficial. Su cara de pocos amigos no me inspiraba confianza. —...Creo que quiénes se deberían de preocupar, somos nosotros —Concluyó mirándome con repugnancia.
Su inesperado odio hizo que arqueara una ceja.
—Es suficiente —Advirtió el hombre poniendo una mano al frente de la chica. —Es probable que muchas preguntas invadan su cabeza ahora mismo, señorita Green: ¿Qué pasa? ¿Quién soy? ¿Quiénes son ellos? Y sobre todo ¿Qué soy? —Pronunció las últimas palabras de una manera tan espeluznante que consiguió invocarme un escalofrío.
—Le explico, joven. Lo que está pasando, lo sabrá solo si viene con nosotros —Anunció. —¿Qué estoy diciendo? Decidir no es una opción —Lanzó con una ligera risa burlesca. —Sun nombre es Aria Jenn Green ¿Cierto?. Desgraciadamente de ahora en adelante es A.J. Green, el cual se pronunciará "Eiyei" —Continuó un poco más acelerado, cómo si lo que estuviera diciendo fuera fácil de procesar. —A nosotros no nos interesan los nombres originales, así que usamos, "códigos" y ella es... —Antes de que continuara su confuso y ridículo discurso, casi igual de ridículo que su tono serio ante lo que estaba pronunciando, lo interrumpí:
—Señor, con todo respeto, usted no me ayuda en nada. —Contesté a secas, pero sin perder mi tono de voz realmente confuso.
La chica soltó una resoplido, claramente logré entender un "Niña inepta", aunque fuera en voz baja. Sin duda su cara reflejaba un inmenso odio hacia cualquier cosa que hiciera o dijera.
El hombre soltó una ligera risa sarcástica:—Pero miren, una niña con agallas de decir lo que piensa...usted nos será realmente útil —Gritó triunfante.
—¿Útil? ¿De qué habla? —Pregunté asustada mientras intentaba calmar el dolor de mi brazo, sobándolo de arriba a abajo una y otra vez sobre la venda.
—Ahora sí le son de ayuda mis palabras, ¿Eh A.J.? —Contestó serio pero con una ligera sonrisa dibujada en su aparente viejo rostro. Sin duda se le veía mayor, pero parecía un experto ocultando su verdadera edad.
—¿Por qué me dice así? Soy Aria, señor, y no me llevarán a ningún lado —Reclamé firme. —Ni siquiera sé si es un sueño o no, vaya ridiculez, ¿Alguien me quiere explicar que demonios salió de mi brazo? —Grité desesperada pero totalmente sarcástica ante la "graciosa" situación en la que me encontraba en ese momento. Ni siquiera me han castigado en el instituto ni una sola vez, ¿Cómo voy a parar en la cárcel?
—Está claro que no es un sueño niña tonta, ¿O quieres que te lo demuestre de un golpe? Veamos si con eso "despiertas" —Exclamó la chica haciendo su mano puño mientras se acercaba de forma agresiva hacia mí. ¿De dónde rayos viene esta chica? Retrocedí de golpe ante su impulso, pero al salir de mi fugaz shock, agarré valor y me lancé hacia ella quedando frente a frente con la joven ruda.
—No, iré, a, ningún, lado —Advertí con pausas entre cada palabra denotando cada vez más firmeza entre cada una de ellas, sin despegar mi mirada en la suya, totalmente desafiante.
—¡Qué escena! —Gritó complacido el viejo.
—Vaya que eres testaruda, nada mal para una niña fresa —Dijo la chica retrocediendo de golpe, sus brazos cruzados y su estúpida sonrisa de lado, debitaron que también había disfrutado la escena.
Están completamente locos, ¿En serio son policías?
—De acuerdo, se acabó el show niñas —Anunció aquel hombre en un estruendoso aplauso. —Tú, A.J. vendrás con nosotros, si quiere saber que rayos pasa aquí, su obligación es obedecer y callar, ¿Entendido? —Pronunció de modo autoritario.
Se giró hacia la punk. —Reid, ve por la chica.Después de sus palabras, mi cuerpo se puso completamente rígido cual piedra, comencé a aferrarme a la camilla fuertemente, para evitar ser movida. Al percatarme de la risa ahogada del hombre me di cuenta que yo no era esa "chica".
Levanté la mirada e inmediatamente localicé a Reid tomando bruscamente de un brazo a Kelly. Mi indefensa amiga entre lágrimas sólo rogaba para que la soltaran aquellos extraños.
—¡POR FAVOR SUÉLTENME! ¡YA! —Suplicaba entre gritos. Mi mejor amiga de la infancia se encontraba tratando de safarse del rudo trato de esa chica a la que tanto odiaba.
Me levanté de la camilla de un salto, mientras el hombre en un solo movimiento, logró detenerme tomando mi ahora brazo lastimado, doblándolo hacia mi espalda, como una llave de lucha. Solté un grito ahogado.
—Ah, ah, ah —Dijo en modo de negación —Gracias a su comportamiento A.J., acaba de involucrar a su amiga —Informó mirándome y luego dirigiendo su arrugada vista lentamente hacia Kelly. —También viene con nosotros. Y si se vuelve a portar testaruda...—Apretó mi brazo con aún más fuerza —...a ella le irá mal. Usted decide —Sonrió entre dientes —A.J... —Concluyó triunfante. Decir mi sobrenombre era como comer nieve en un día de verano para él.
Lágrimas de frustración lograron apoderarse de mí. Comencé a gritar una y otra vez que la soltaran, hasta que Reid interrumpió mi llanto.
—¡Agh! ¡Ya cállate! Ya te pusiste ridícula —Soltó molesta mientras intentaba taparse un oído con su mano libre.
Arrojó a Kelly hacia mí. Entonces noté con mayor gravedad, que también estaba cubierta de vendas.
Se alejó de mí con terror a pasos lentos y temerosos. Se colocó al lado de la camilla. El miedo en sus ojos podía notarse a kilómetros.Kelly, ¿Qué te hice?
—Mira tonta, ya que todo esto quedó claro, haremos esto —Vociferó Reid rompiendo la tensión del momento. —Nosotros fingiremos que somos policías buenos, normales, que "sólo buscamos la paz y la justicia" —Gritó las últimas palabras agudizando la voz como niña ridículamente tierna. —Tú saldrás con esposas, y tu amiguita vendrá con nosotros —Hizo una pausa para intercalar miradas con cada uno de los presentes en la habitación —¿Está claro? ¿No? No me interesa, no volveré a repetir —Soltó acomodando su cabello. —No vamos a engañar a nadie, Green, eres un monstruo, lo que hiciste allá abajo ocupa respuestas, para nosotros y para ti, así que hay que apoyarnos en esto, no lo hagas más difícil. —Concluyó la chica fríamente.
Mi mirada se encontraba en el suelo, perdida, confundida. Las palabras "Kelly" y "monstruo" no dejaban de retumbar en mi cabeza.
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Solía ser humana (En Edición)
Science FictionLa vida de Aria, una adolescente de 16 años, cambió por completo cuando un día ordinario se convirtió en una serie de secretos, lágrimas y sangre. Ahora, nuestra protagonista tiene que afrontar su maldición.