Capítulo 10: Secretos

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- ¿A donde me llevas?, ¿Por que la agresividad tan repentina?, Tengo que ir con Connor, teníamos plan...

- Cállate de una vez y sígueme - Dijo Reid interrumpiendo mis palabras mientras seguíamos el mismo paso apresurado hacia un lugar que desconocía.

Jamás había llegado al final del pasillo que recorrí estos últimos días para ir hacia mi habitación. Hasta ese momento.
Una enorme puerta metálica, que llegaba hasta el alejado techo, descansaba en el final del pasillo. Poseía un color rojo y detalles en negro escalofriantes. Un panel iluminado se colocaba al lado de ésta, en donde Reid, rápidamente se dirigió hacia ella, soltando mi brazo que con tanta fuerza apretó a lo largo del camino.

- Si ves un solo número, te parto la cara de un golpe.

Ante la repentina advertencia, lo único que hice fue mostrar una cara de extrañeza y sorpresa. Reid me lanzó una mirada agresiva, haciendo que entendiera el mensaje y le diera la espalda.
5 pequeños sonidos fue la única pista. 5 dígitos. Un fuerte chirrido parecido al de la puerta de salida que Connor me cerró el día anterior, dió paso al interior de la fría y enorme habitación.
Di la vuelta al dar por concluida el ritual para entrar, pero una ráfaga de aire helado y una vista oscura, fue lo primero que logré percibir.

Reid comenzó adentrarse sin previo aviso mientras yo seguía inspeccionado la pertubadora puerta de metal rojizo.

Al perderla de vista, entré sin vacilar hacia aquel cuarto, hasta que sentí un ligero choque con algún objeto.
No era un objeto, era Reid.

- Tienes una molesta obsesión por chocar por todos lados, ¿verdad? - Dijo tronando los dedos, haciendo que la habitación se iluminara en tan solo un segundo.

Una enorme silla, se ubicaba del otro lado de la sala, con decenas de extrañas máquinas ubicadas en todo alrededor del cuarto. Una habitación sin duda extraña, logrando que una infantil sensación recorriera todo mi cuerpo, no podía deshacer el hecho de querer presionar todos los botones que veía ante mis ojos, sin importar que alguno de ellos desatara una bomba nuclear.

- No pensé en observar tu presencia tan pronto en este lugar, señorita Green -Pronunció Crage, quien se encontraba detrás nuestra. -Sinceramente me preocupa un poco el hecho de que estés aquí sin haberte localizo antes; ¿Que sucede? -Dijo mientras se abría paso hacia la enorme silla que habia visto anteriormente.

Reid sacó de su bolsillo mi relicario, con la imagen de mi hermana en ella. Extendió su brazo y abrió la palma de la mano, colocando mi collar sobre la palma de Crage.

- Ábralo.

Crage, vacilando un poco, lo tomó con ambas manos, abrió el relicario extrañado, sin imaginar que encontraría dentro.

Al abrirlo, su cara no mostró absoluta expresión, ni sorpresa, ni asombro o cualquier otra emoción, sino indiferencia.

- ¿Que significa esto?

Reid lanzó una mirada hacia mi en busca de que lo que quería oír, saliera de mi boca.

- Es mi hermana. - Dije aún en confusión.

Crage lanzó una pequeña risa hacia sí mismo, como si denotara incredulidad.
Cerró el relicario y lo colocó sobre mis manos.

-¡John! -Exclamó Reid. - ¿Vas a hacer como que no sabes nada?

- Si, por que no lo sé, Reid. - Dijo dando la espalda, a punto de salir por la puerta.

- Ni siquiera yo sé qué pasa, John -Reclamó Reid entre palabras entrecortadas. - ¿No merezco también yo una explicación sobre esto?, ¿De por que dice que esa chica es su hermana?

Solía ser humana (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora