I. EL COMIENZO DEL COMIENZO

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7:30 a.m: La alarma programada justo a esa hora comienza a sonar. Me aliviaba bastante saber que la distancia entre mi casa al instituto era de solo 5 minutos.

Con total sinceridad, amo mi escuela, socializar con mis compañeros es una de mis cosas favoritas, estudiar es de mis pasiones. Los cuchicheos y halagos hacia mi persona en los pasillos, es realmente común en mi día a día, aunque el exceso de atención no sea lo mejor para mí, lo agradezco.

7:35 a.m: Me pongo mis sandalias y busco pacientemente mi uniforme del clóset.

7:38 a.m: —¡ARIA! ¡El desayuno está listo! —Entre gritos llama mi abuela desde el último peldaño de los escalones en el piso de abajo.

—¡Ya voy! —Contesté poniéndome apurada los zapatos, y mi hermoso relicario de plata con una fotografía mía y de mi hermana gemela en ella.

Mi abuela Nana, no me ha contado mucho sobre ella, sin embargo una de sus palabras más comunes y constantes son: "Ella te salvó la vida, Aria".
Nunca me explicó por qué. La duda crecía conforme el tiempo pasaba al no saber nada de ella después de que mi familia falleciera en un choque automovilístico. Todos los cuerpos fueron encontrados y reconocidos, menos el de mi hermana, quién en ese entonces solo tenía tan solo 1 año. Todos a mi alrededor confirmaron su muerte, excepto yo.

Después de 15 años, aún trato de encontrar pistas e información de ella, pero lo único que sé, es su nombre: Aila.

7:42 a.m: Salí apurada del cuarto y localicé mi fugaz reflejo en el espejo del pasillo. Regresé inmediatamente para ubicar mi desordenado cabello creado a base de una extraña combinación lacia de una mitad hacia arriba y ondulada de la otra mitad. Me dispuse a tomar el cepillo que se encontraba en una repisa cerca del espejo y comencé a cepillar mientras bajaba los escalones con apuro.

7:45 a.m: —¡Perdón Perdón! Ya voy nana —Informé a mi abuelita, la cual se encontraba lavando los platos, en tono consternado ante mi tardanza.

—No te preocupes tesoro, ¿Alcanzas a desayunar o te lo llevas para comer allá querida? —Preguntó gentil como siempre, secándose las manos en su mandil.

—Creo que me lo llevaré, gracias —Le respondí con una sonrisa.

7:50 a.m: Al terminar de pronunciar aquellas palabras, mi Nana velozmente se dispuso a colocar todo en una pequeña bandeja y lo tapó con su respectiva tapadera.

7:56 a.m: Salí apresurada de la casa, pero antes, plantándole un enorme beso en la mejilla a mi cuidadora.

"7:56 a.m, 4 minutos para las 8:00 a.m, llegaré un poco tarde". Me regañé en mis pensamientos.

8:02 a.m: Después de un pequeño camino a pasos apresurados, logré llegar. Coloqué mis cosas, mi comida y algunos libros en mi casillero. Caminé a pasos apresurados hacía mi aula.

A tan solo poco tiempo de retraso, la Señorita Grace, ya estaba en clase. Pedí permiso para poder ingresar, poseyendome una ligera oleada de vergüenza por mi llegada.

Varios compañeros me sonrieron y saludaron al entrar. Gentilmente devolví la sonrisa a cada uno.

8:10 a.m: Tomé finalmente mi asiento y comencé a sacar mis útiles para empezar a tomar apuntes.

9:00 a.m: La clase llegó a su fin. Kelly, mi mejor amiga, me estaba esperando fuera del aula, como siempre. Escondida al lado del marco de la puerta comenzó a buscarme con sus tímidos ojos.

9:03 a.m: Me dirigí hacia Kelly con una gran sonrisa. Nerviosa, e inquieta sonrió entre dientes. Entre tímidas y entrecortadas palabras, preguntó:

—¿Podrías prestarme tu calculadora, Aria?

Kelly luce realmente adorable cuando está en su modo "penosa", es decir casi todo el tiempo. Su cabello corto hasta la nuca y un poco despeinado color negro, aumentan su nivel de ternura. Posee unos ojos profundamente verdes, que resaltan cada vez que se enrojece. Cualquiera pensaría que una chica adorable se ve mejor con baja estatura, pero Kelly es la viva imagen que demuestra todo lo contrario.

—Claro Kel...

9:05 a.m: —¡Señorita Green! ¿Puede venir un momento? —Interrumpió la voz de la maestra desde el otro lado del aula.

—Enseguida, Señorita Grace —Le respondo a mi superior mientras realizo una seña juntando casi mi dedo índice y pulgar hacia Kelly, pidiendo que me espere un momento. Esto la hace poner mas nerviosa. Significaba estar sola en la entrada de un aula que no es la suya, rodeada de gente desconocida por todos lados. Una tortura para mí pobre amiga.

—Kelly, te la entrego en un rato, yo te busco, ¿Está bien? —La tranquilicé antes de irme, sobándole un poco el brazo y apretando ligeramente en su hombro. Asintió tímidamente.

9:06 a.m: Mi mejor amiga se retira.

9:07 a.m: —¿Se le ofrece algo maestra? —Pregunté extrañada mientras me acercaba a mi profesora.

—Bueno, no exactamente, linda, tú sabes como está anciana es de exagerada con sus corazonadas, pero una de ellas me dice que tengas mucho cuidado —Su rara frase preventiva hizo que me pusiera la piel de gallina por una extraña razón. Sin poder pronunciar una palabra por lo extraño de sus palabras, asentí lentamente con la cabeza.

—¿Cuidado? ¿Sobre qué? Siempre tengo cuidado al cruzar la calle —Contesté un poco burlona pero sin perder la gentileza.

—Me alegra bastante que así sea —Contestó sonriendo pasivamente.

—Amm, si eso es todo, tengo que ir a entregar algo —Pronuncié con un poco de tímidez escondida entre mis palabras y sonrisa entre dientes. Tenía que concluir esa extraña conversación de alguna manera.

—Ah sí sí, claro linda —Contestó la profesora mientras agitaba ligeramente su cabeza. —Perdona, puedes retirarte, ten un buen día.

—¡Gracias! —Alcé la voz un poco, ya que poco a poco fui alejándome de espaldas hasta terminar en la entrada del aula.

9:10 a.m: Salí del lugar y decidí dirigirme al casillero por la calculadora para Kelly.

9:11 a.m: Al abrirlo, comencé a escuchar pasos rápidos, como si alguien estuviera corriendo a punto de dirigirse hacia mí.

9:11 a.m: —¡Aria! —La voz de Kelly comenzó a resonar en el pasillo, agitadamente.

9:12 a.m: Me giré al instante ante su llamado. Kelly tropezó con su propio pie, mis pobres reflejos lograron levantar un brazo para intentar alcanzarla.

9:12 a.m: Un dolor agudo y extraño comenzó a apoderarse de mí extremidad.

¿Qué es esto?

Una corriente dolorosamente eléctrica y punzante, comenzó a recorrerlo, logrando que soltara un rápido quejido.

9:13 a.m: Algo logra detener a Kelly...¿Cuerdas? No... Son como pequeñas tiras de aluminio, filosas... ¿Qué?... ¿De dónde vienen?... ¿Qué demonios es esto?

9:13 a.m: Mis ojos temblorosos miraron asombrada aquello que mantenía a mi amiga enrollada. Mi temblorosa mirada siguió el camino de tiras filosas cubiertas de sangre...sigue y sigue... hasta que logré presenciar que venían desde unos orificios en mis brazos.
¡Sangran! ¡SANGRO! ¿Qué? ¿Qué es esto?... Mis pensamientos y mi visión comenzaron a nublarse mágicamente, en solo un instante. Lo último que pude divisar, fue el rostro aterrado de Kelly, con su bandita anti-heridas de siempre, sobre su mejilla.

9:15 a.m: Caí desmayada al suelo.

Solía ser humana (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora