-Hijo, mirame a los ojos y respondeme. ¿Dónde estabas anoche? - Repitió la mujer a su hijo, quien continuaba mirando al piso mientras León no sabía qué hacer.
- ¿Qué te dijo él? - Pudo hablar casi balbuceando, levantando la vista lentamente.
- Preferiría oírlo de tu propia boca. - Alejandra cambió la expresión severa a una más comprensiva y con algo de tristeza visible en sus ojos. Se acercó hasta Mateo y besó su frente. - Vos ya sos grande, y sabés lo que hacés. Pero no quiero que te andes metiendo en cosas malas y tan peligrosas.
- Perdón, mamá. - El pelirrojo dejó escapar un par de lágrimas, por sentir que decepcionó a su madre.
-Lo peor es que me lo ocultaste. ¿Hace cuánto tiempo que fumás?
-¿Qué? - Preguntó Mateo totalmente desconcertado.
- ¿Cuánto tiempo hace que consumís marihuana? - Sostuvo Alejandra.
- Yo no fumo, mamá. - Frunció el entrecejo por la confusión.
-Hijo, no mientas. Me lo dijo Lorenzo. ¿Entonces qué estabas haciendo anoche en una casa abandonada? - León abrió sus ojos enormemente y ambos se miraron apresando una sonrisa en sus labios para que no se manifieste.
- Pero... - No sabía qué decir, había metido la pata al negarlo. - No fumo marihuana. Sólo cigarrillos... de tabaco. - Agregó relajado.
- ¿De verdad? Tu tío me dijo que te vio fumando. Supuse que sería marihuana.
-Perdón. - Habló Lorenzo, quien acababa de llegar a la cocina. -No me expliqué bien, Alejandra. Debí especificar. Es que no pude evitar seguirlos cuando oí que salían de la casa tan tarde. Y perdoname por mandarte al frente, Mateo. - Dijo con una sonrisa falsa hacia su sobrino.
Mateo no dijo una palabra más. Le lanzó una mirada de amenaza a Lorenzo, por darle tantos sustos. No podía creer que la gran astucia de su tío, algún día se volvería en su contra. Al ver cómo el pelirrojo miraba al mayor, Alejandra volvió a romper el silencio.
- Hijo, tu tío nada más intenta cuidarte. - Dijo en defensa de su hermano.
- Sí, mamá. Lo sé. - Soltó con bronca en la voz.- Tengo que ir con León a su casa. - Se excuso, y ambos se retiraron del hogar dejando el desayuno a media preparación.
Los días pasaban y León continuaba viendo a Christopher de la manera más oculta posible, para que Lorenzo, quien había disfrutado de unas largas "vacaciones" en la casa de su hermana, no descubra el paradero del vampiro. Sin embargo, el hombre de ojos oscuros no parecía tan interesado en el asunto como cuando llegó a la ciudad; incluso actuaba demasiado tranquilo, y por la tarde leía alguna novela en la sala, o tomaba el té con su hermana.
Mateo siguió asistiendo a la facultad todos los días, pero León y Christopher aprovechaban esas horas para ir a otro lado y disfrutar de la relación hermosa que ambos construyeron. Se escondían dentro de bosques, o pasaban las horas recostados sobre la arena de la costa. Ninguno de los dos había sido tan feliz como estos momentos. A pesar de que Lorenzo mostraba ese desinterés por su "caza", la pareja mortal-inmortal no se confiaban ni un momento, y por eso, huían a las afueras de la ciudad de Mar del Plata para estar tranquilos y solos. A la hora en que finalizaba la clase, los dos volvían a sus casas, porque la mamá de León solía llamarlo por teléfono fijo, o visitarlo muy seguido, entonces él no quería preocuparla.El rubio era consciente de que abandonó su carrera de biólogo, pero¿qué le importaba? Estaba convencido de que su nueva vida junto a Christopher, era mucho mejor que la anterior.
Habían pasado ya dos meses desde aquella noche en que Lorenzo extrajo el animal muerto de la mansión del vampiro, y un día decidió volver a su casa en Buenos Aires.
El tiempo continuaba transcurriendo, y no sucedía nada fuera de lo normal. Lo obvio obvio para los chicos, era que el tío del pelirrojo no logró hallar nada extraño en los análisis que le hizo al pobre perro putrefacto.- ¡León! ¡¿Estás ahí?! - Gritaba el muchacho con sus ojos grises cubiertos por el cabello anaranjado y empapado por la lluvia, mientras golpeaba la puerta repetidas veces.
El rubio abrió sus párpados con pesadez, y lo primero que logró ver, fue a Chirstopher acostado a su lado. Sonrió como cada mañana que vivió esta situación, no podía evitarlo. Después de besar suavemente los labios de su vampiro, otro golpe a la puerta le recordó el motivo de haber despertado. Se puso los pantalones y bajó las escaleras revolviendo su cabello despeinado. Cuando abrió la puerta, se encontró con su mejor amigo totalmente mojado, temblando de frío y entrecerrando los ojos con fastidio.
- Mateo... Pasá.- Dijo León en un bostezo.
- ¡Idiota! - Lo regañó el pecoso ingresando a la casa y desprendiendo los botones de su tapado.- Estoy llamando hace como veinte minutos.
- Perdón, es que estábamos durmiendo. - Se disculpó.
- Pero son las once...No importa. - Habló sacudiendo su cabeza. - ¡Christopher! -Exclamó gritando hacia arriba después de acercarse a las escaleras.- Él también tiene que ver esto.
- ¿Ver qué? - Preguntó curioso el rizado, mientras el vampiro descendía restregándose los ojos.
Mateo metió la mano dentro de su tapado. Del bolsillo interno sacó un periódico y se los alcanzó. Christopher fue el primero en tomarlo, y sus ojos se abrieron más de lo normal cuando leyó el primer título en la tapa. Parecía que había regresado en el tiempo. Hubiera jurado que era un diario viejo, si no fuera porque allí estaba la fecha del día. Sin decir nada, se lo pasó a León, quien estuvo igual de sorprendido al leer en letras grandes: "Asesino acosa en las calles de Mar del Plata ¿Es un vampiro?"
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¡Holaaaaa! Perdón por desaparecer! Los amo xD Estaba con la facultad y les aseguro que es terrible todo lo que tengo que hacer, peor en época de exámenes D: Por eso no les prometo que vaya a publicar muy seguido, pero sí que no voy a dejar la novela nunca, porque amo escribir y amo esta historia, así que voy a terminarla :) Espero que les guste el capítulo, aunque sé que es muy cortito >_< Voy a hacer todo lo posible por subir el próximo pronto. ¡Muchísimas gracias a todos por su apoyo! :') Espero no haber defraudado a aquellos que esperaban el capi con ansias. Me voy a seguir escribiendo y los dejo leyendo (: Un beso grande a cada uno <3
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Ojos de vampiro [Gay]
Vampire[1° Temporada completa - 2° Temporada subiendo] León Arrechavaleta es un chico normal de 19 años al que le gusta leer libros de fantasía. Su vida era aburrida, hasta que un pelinegro de piel blanquecina y extraños ojos color violeta se presenta en...