Toda historia tiene su principio [Take That Fanfic] (Spanish)

Capítulo 31 - Sure (Seguro)

Agosto 1995

Los chicos, como todos los agostos, se dedicaban a preparar su "fiesta anual del verano", inventada por Robbie en 1992. En esta ocasión, estaban más pendientes de la lista de invitados que de cualquier otra cosa. Querían una fiesta lo más íntima posible y decidieron enviar cartas para informar de la fiesta. Los cinco se sentaron y comenzaron a realizar la lista.
Mark fue el primero en hablar, porque segun él tenía prisa. La única persona que añadió fue a Sharon, y los demás se quedaron algo decepcionados, aún tenían esperanza de que quisiera volver a ver a Emma. Una vez dijo a su invitada, se fue.
Gary quería invitar a Danielle, esperando que el ambiente le ayudara a darle una oportunidad. Sentía que estaba cerca, habían seguido quedando y notaba a Danielle distinta, más atenta y cariñosa con él. Los demás se sentían genial al escuchar aquello, pues desde que habían formado Take That no habían conocido a Gary con novia, y tenían muchas ganas.
Robbie no paraba de moverse en la silla, y por eso, fue el siguiente en decir sus invitados, pues lo notaron impaciente. Estaba claro que quería que Sarah acudiese, y aunque no le hiciera caso, él solo quería verla. Howard, Jason y Gary decidieron seguir su voluntad, esperando que así por lo menos Robbie dejara de comportarse de la manera extraña que ultimamente les tenía acostumbrados. Al igual que Mark, al terminar, se marchó. Se quedaron solo Jason, Howard y Gary.
Jason no tuvo ni que decir nada. Gary sabía perfectamente que su deseo era reencontrarse con Jane, y por eso ya había escrito su invitación. Jason se lo agradeció muchísimo, pues durante los ultimos días había intentado contactar con ella pero sin éxito, y las ganas le invadían por dentro.
Howard fue interrumpido por Kate, que llegó a la casa para ultimar la decoración. Y no les pudo venir mejor, su llegada, así le entregarían las invitaciones de Sarah, Jane y la suya. De eso se encargó, Howard que había vuelto a retomar su simpatía con ella como estrategia.

-Yo pensaba que ya no haciaís la fiesta, porque el año pasado no nos invitasteís -comentó Kate.

-No teníamos ganas de veros, solo vinieron Danielle y Emma -respondió Howard.

-Kate, nos podrías ayudar a tener la casa perfecta para la fiesta? Antes teníamos a Emma, pero ahora no está -dijo Gary.

-Por supuesto, una vez termine de decorar el último rincón de la casa os ayudo.

-Kate, hay posibilidades de que tu hermana venga a la fiesta? -preguntó Jason muy preocupado.

-Muchas. Había menos hace dos años y vino.

-Entonces, por qué cuando fui a casa el otro día no me abrió la puerta?

-Estábamos de vacaciones, Jason. No había nadie en casa.

Jason no evito sonreír, con esas palabras su euforía crecía, al sentir que su Jane estaba más cerca. Ahora solo quedaba esperar a la fiesta.

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Después de terminar de trabajar y ayudar en casa de los chicos, Kate fue a casa con las invitaciones en la mano. Primero, decidió ir a casa de Sarah y allí, le entregó la invitación a su madre, pues según ella Sarah estaba indispuesta. Kate no quiso averiguar nada más, pensó que podría molestar.
Al entrar en casa, Kate vio algo que le hizo quedarse escondida en un rincón para observar a su hermana. Al parecer, Jane estaba bailando en el salón mientras tenía puesto "Everything Changes". En este momento, estaba sonando "Pray" y Jane la cantaba a todo pulmón. Kate se reía en silencio, feliz de ver a su hermana. Así, se quedó observando unos minutos. Cuando empezó a sonar "Relight My Fire", Kate decidió salir de su "escondite" y sorprender a su hermana, pero ella no dejó de cantar ni bailar aunque la vio.

-A qué viene esa alegría, Jane? -preguntó Kate curiosa.

-Nada, acaso no puedo divertirme un rato mientras nuestros padres están fuera! Jaja, venga únete a mí.

-Y por qué escuchas Take That?

-Es mi grupo preferido, no veo ningún problema.

-Ya... Pero son TAKE THAT, uno de ellos es Jason Orange, tu ex-novio!

-Pues mejor me lo pones. Qué estará haciendo ahora? -dijo Jane sin apartar la sonrisa de su cara.

Kate no se podía creer lo que tenía delante, no reconocía a su hermana.

-Por cierto, toma, esto es para tí -dijo Kate entregando la invitación.

La cara de Jane se iluminaba al avanzar leyéndola, sabía que era su gran oportunidad para reencontrarse con Jason, y no la iba a desaprovechar. Eso sí, decidió no contestar y así sorprender mejor a su querido Jason.

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Danielle volvía de caminar por Hyde Park, y miró el buzón como todos los días. Por primera vez, no todo eran cartas de la luz o del agua, sino era personal y tenía como remitente a un tal Gary Barlow. Danielle subió las escaleras más rápido de lo normal, impaciente de leer lo que Gary le había escrito. Una vez llegó a casa, la abrió y al ver que era la invitación para la fiesta del verano de los chicos, no dudó en llamar para confirmar su asistencia. Gary se alegró muchísimo, sabía que eso daba sentido a sus esperanzas con Danielle. Ahora sí lo tenía claro: en la fiesta volvería a declararse a ella, esta vez esperando una respuesta positiva.

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Los días se sucedían más largos para Emma. Su vida se había vuelto muy dura desde que dejó de vivir en casa de los chicos, y más al romper con Mark. Después de casi dos años de relación, no se había puesto a pensar que haría de su vida si no estuviera con él.
Había vuelto a vivir con su familia, pero su madre ya no la trataba con tanto cariño y dulzura, después de lo que sucedió entre ellas. Emma no lograba entenderla, no sabía que veía mal en Mark. Es verdad que su relación no había cuajado, pero esos dos años fueron de los mejores de su vida. Fiona trataba con mucha autoridad a su hija, y sus hermanos ya no confiaban igual en ella. Su madre los había convencido de que su hermana los había abandonado, y ellos estaban muy molestos. Con este panórama encima, Emma ya no sabía lo que era sonreír, no era feliz, sentía que el mundo se le caía encima. No entendía por qué la desgracia se cebaba con ella, si solo había actuado bien. Y la conciencia le quemaba, sabiendo que mientras Mark era feliz con su amiga Sharon.

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Chris llegó a casa de Sarah diez minutos antes de lo que su madre le había citado. La mujer le abrió la puerta, y el chico se encontró solo en el sofá esperando. Sarah se negaba a bajar, le dolía la cabeza y tampoco le apetecía estar con nadie. Cuando su madre fue a avisarle de lo que pasaba, Chris se puso a reflexionar. No entendía que podía haber pasado con ella, ya no reconocía a su amiga, con la que tantos momentos había compartido.
Después de unos minutos, Sarah bajó y se fue con Chris a cenar. Él no se pudo arrepentir más, durante la cita Sarah no había parado de beber alcohol, dejando en evidencia al pobre joven en el restaurante. La llevó pronto a casa, borracha, y allí habló con su madre. No se veía capaz de afrontar la actitud de Sarah, así que renunció a casarse con ella. Su madre se derrumbó, ya no sabía que hacer para que su hija volviera a ser la de antes.